Por: Jesús Peña
Puebla, Tlaxcala y Morelos comparten la cuarta reserva más importante de litio en el país, potencial fuente de inversión para su extracción y purificación, que tendría considerable impacto ambiental, indicó el investigador Francisco Javier Sánchez Ruiz.
El profesor de la Facultad de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), indicó que este metal requiere de procesos especializados que también son riesgosos.
“Si se llegara a extraer litio, sí se verían muy modificados lo impactos ambientales. Se podría tener pérdida de biodiversidad o contaminación de suelo y aire. Puede que sea muy bueno, pero también contraproducente”, indicó.
Precisó que en el subsuelo, este material no se extrae puro, sino como carbonato de litio, por lo que en Puebla tendría que desarrollarse una industria de purificación, pues se requiere de alta pureza para que sirva en la fabricación de baterías.
“Es un metal precioso, benéfico, que desarrolla tecnología, pero debemos explotarlo mesuradamente. El litio no es la panacea, aunque sí generará derrama económica grande y ello también abre la puerta a la corrupción, mediante entrega de concesiones, porque lo que se aprobó en la Cámara de Diputado dice que pueden otorgarse permisos a privados, ellos extraen y purifican para venderlo al Estado, quien lo comercializaría”, precisó.
Agregó que el yacimiento se encuentra en la parte de Puebla que colinda con Morelos y Tlaxcala, pero para explotarla primero se debe crear la dependencia gubernamental que regulará el proceso.
Sánchez Ruiz comentó que en la UPAEP se desarrollan investigaciones para crear baterías de sodio, menos costosas, con menor impacto ambiental y subproductos. Y otras sobre hidrógeno verde y gris, para que cada casa produzca energía con sus desechos, incluso con sus aguas residuales.
SE GANÓ EN ELECTRICIDAD
Respecto al rechazo de la reforma eléctrica en la Cámara de Diputados, el investigador señaló que México lejos de perder, ganó con esta decisión.
“Hubo bastante improvisación, estaba muy enfocada al patriotismo. Se contemplaba expropiar a particulares las instalaciones que el Estado considerara estratégicas y eso generaba incertidumbre. Quien la redactó no tenía conceptos técnicos ni jurídicos, estaba llena de errores y no conducía a una mejora en la producción de energía”, explicó.
Profundizó que una parte negativa era que desaparecía el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), cuyas funciones absorbería Comisión Federal de Electricidad (CFE), cuando este organismo autónomo es el que regula costos tarifarios, especialmente en materia eléctrica.
“Es lo mejor que pudo haber pasado. El grupo parlamentario de oposición estuvo a la altura de lo que México necesita. Como país vamos a ser más competitivos, se logrará la transición energética que tanto se busca para reducir gases de efecto invernadero”, comentó.
Sin embargo, advirtió que quedan en el tintero las leyes secundarias, en especial lo referente a cuánta capacidad de generación de energía tendrán los mayoristas, cuyo límite actual es de 500 megawhatt/hora, lo cual debe aumentar para subsanar las pérdidas de carga que tiene el sistema de distribución, que es muy viejo.
Así como los pequeños generadores, que tienen paneles fotovoltaicos, con los cuales satisfacen sus necesidades y generan un excedente que reinyectan a la red, pero que CFE no reconoce.
Un caso con el que explicó este punto es la propia UPAEP, que tiene tal capacidad con sus paneles que puede sustentar al barrio de Santiago.
Agregó que gracias al rechazo de la reforma, el precio de la luz no va a aumentar y su costo se regulará con base en la competencia internacional. Además, con la certidumbre que se da a la inversión, Puebla podría atraer capitales para tres proyectos en materia de energía renovable (dos fotovoltaicos y uno eólico).
Por último, Francisco Javier Sánchez se refirió al diputado federal poblano Ignacio Mier, líder de la bancada morenista, durante su participación en la discusión de la reforma eléctrica.
“Dejó mucho que desear, no presentó argumentos técnicos ni políticos, sólo fue un posicionamiento fuera de contexto. Creo que pierde fuerza política y, personalmente como ciudadano, no lo tomaría en serio como político porque no me dio nada en el debate”, finalizó.