Diana López Silva
Una persona con COVID-19 puede gastar un aproximado de 100 mil pesos, desde su primera consulta, tratamiento, oxígeno y otros suministros para sólo 14 días de su aislamiento. Los que carecen de pólizas de seguros se ven en la necesidad de vender pertenencias o endeudarse.
Un poblano, que prefirió el anonimato, narró que afortunadamente contó con el apoyo económico de familiares, amigos, pero de no ser así, habría vendido parte de su equipo de trabajo o endeudar a su familia.
En un estado que ocupa el cuarto lugar nacional en pobreza, con 58.9% de su población, de la cual 8% vive en pobreza extrema, conforme datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), resulta complicado que una familia afronte este gasto repentino.
El entrevistado llamó a quienes aún dudan de la existencia de la COVID-19 a que lo hagan, ya que entre sus conocidos se ha enterado hasta esta semana del fallecido número 25 y sólo quiere que la gente comprenda “lo caro y lo complicado que es”.
“Cuando te dicen que eres positivo de Covid se te viene el mundo encima, porque sabes que en ocho días tienes que arreglar tus cosas por si llegaras a faltar… muchas cosas: mis papeles, mis hijos. Además vienen los gastos del tratamiento, porque nadie te dice lo caro que es esto”, declaró.
En un negocio del Centro Histórico, el tanque de oxígeno se lo presupuestaron en 46 mil 360 pesos, más la válvula de 800 pesos y los precios eran “de oferta”.
Una amiga que también dio positivo de COVID-19 rentó el tanque por un depósito de 15 mil pesos, más la recarga de oxígeno de mil 500 pesos. Todo sumado a los 39 mil pesos de su tratamiento en medicamentos.
Adicionalmente, el médico particular cobra 2 mil 500 en adelante por consulta para quienes presentan coronavirus. De entrada, les solicita comprar el oxímetro y otros aparatos para monitorear signos vitales desde casa, como baumanómetro y estetoscopio, cuyos precios en internet parten de los 300 pesos a mil 500.
Explicó la angustia que sintió de no poder tocar a sus hijos y el miedo de contagiar a su esposa, sin contar que, en su caso, los gastos se duplicaron por la misma razón.
Hasta el corte del 11 de septiembre, el gobierno estatal reportó 519 hospitalizados, de los cuales 114 requieren ventilación asistida, pero no están considerados los pacientes que no tienen acceso al sector público deben ir al médico particular.
Gabriela Camacho Ortiz, representante de Anticaos, un despacho de asesores en diferentes aseguradoras, reportó que el gasto de hospitalización para quienes tienen el virus ronda los 450 mil pesos, pero en México aún es muy bajo el porcentaje de quienes adquieren un seguro de vida o de gastos médicos mayores.
Agregó que durante la pandemia incrementaron 16%, de una semana a otra, los fallecidos por coronavirus con seguro de vida; 70% fueron hombres; de acuerdo a la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), 81% de los decesos con seguro de vida corresponden a gente que lo tenía como una prestación en las empresas donde trabajan y sólo 19% se aseguró por cuenta propia.
En la primera quincena de agosto, la AMIS informó que desde el inicio de la pandemia las aseguradoras han cubierto 253 indemnizaciones a familias por muertes relacionadas con COVID-19 en Puebla, por lo que la entidad es séptima nacional en este rubro.
Hasta el 10 de agosto, la AMIS contabilizó 8 mil 267 fallecidos por coronavirus asegurados en el país, lo que representó indemnizaciones por mil 683.4 millones de pesos.
La tasa de contagio entre la población que cuenta con un seguro en México es de 73 por cada 100 mil personas.