Felipe Flores Núñez
Apreciado por su sencillez y don de gente, pasó de prestigiado médico por su calidad profesional a servidor público de primer nivel, para estar al frente de las brigadas médicas que en Puebla enfrentaron exitosamente la peor crisis sanitaria de las últimas décadas, derivada de la brutal embestida de la COVID-19.
Superado ese reto, aunque con muchos proyectos para consolidar el sistema de salud poblano –que ha merecido reconocimientos a nivel nacional–, ahora el secretario de Salud del gobierno estatal, José Antonio Martínez García, incursiona de manera abierta al ámbito político como aspirante a la candidatura de Morena para contender por la gubernatura de Puebla.
En una larga conversación con Crónica Puebla confiesa que no estaba en su agenda incorporarse al gabinete, tampoco figurar en el terreno político: “No, ninguno de los dos panoramas estaban en mis sueños, pero qué mejor que haya ocurrido como consecuencia del trabajo que he hecho”.
Revela que antes de llegar al gabinete estatal no conocía al gobernador Miguel Barbosa.
“A mí me sacaron de un quirófano cuando me avisaron que me buscaba para invitarme a su equipo de trabajo y obviamente le dije que sí, impulsado además por el ofrecimiento de contar con todo el apoyo de su envergadura, eso me hizo sentir muy respaldado”.
Han sido situaciones inesperadas, reconoce, pero subraya que las atiende con cabalidad y en su justa dimensión, si bien por ahora se concentra en sus tareas como servidor público, en las que “hay por atender muchos retos, todos muy complejos”.
Cuestionado sobre su tardanza para reconocer públicamente que se suma a los aspirantes de Morena por la candidatura a la gubernatura de Puebla, explica que no era pertinente haberlo hecho antes, ante la gravedad de la pandemia.
Recuerda que cuando en julio pasado el gobernador Miguel Barbosa llamó a manifestarse a quienes tuvieran interés por competir, “estábamos en el punto más alto de la quinta ola y la prioridad era atender a las personas enfermas que estaban en los hospitales o recluidas por contagio, de modo que se me hizo hasta irresponsable en ese momento hacer públicas mis aspiraciones personales”.
Cauto cuando aborda temas políticos, enfatiza su orgullo por formar parte del equipo que se está conformando en el ámbito político, “que se consolida para continuar con la transformación que se impulsa en el país y en Puebla, con el liderazgo del gobernador Miguel Barbosa”.
“Tengo la fortuna que por mi perfil ciudadano el partido Morena, que ha sido muy incluyente para toda la sociedad, me abrió las puertas para que pueda aportar mi granito de arena”, asegura.
Martínez García precisa al respecto que “independientemente de las aspiraciones que pueda tener, la gente en su momento será finalmente la que decida”.
En ese sentido, reconoce que su exposición mediática durante las distintas etapas de la pandemia le ayudó a construir una imagen, a la cual se suma su estilo de trabajo, “muy apegado a la gente y de mucho apapacho, pero más allá de eso, me queda claro que si la misma gente decide en su momento por otra persona, la apoyaré con todo, porque de lo que se trata es de darle continuidad a un proyecto y en ese camino vamos”.
De su posible candidatura, “si mes dices que estoy enajenado, obsesionado por un cargo público, mi respuesta es: no; mi posición es la de aportar al proyecto y lo seguiré haciendo siempre”, enfatiza.
Egresado de Facultad de Medicina de la BUAP, con dos especialidades y una maestría en la UDLAP, donde obtuvo Cum Laude, asegura que compagina “en absoluto” con los principios éticos de Morena y de la 4T –no robar, no mentir, no traicionar–, por ello se unió al grupo que ahora promueve la continuidad en el gobierno.
Dice no sentirse incómodo durante los encuentros con simpatizantes que Morena organiza en diferentes municipios los fines de semana, ni tampoco se le ha dificultado el discurso político, “porque hablo lo que pienso y trato de proyectar lo que soy con la mayor sinceridad, eso me conecta con la gente”.
Acota que en esos actos han sido muy cuidadosos para proteger las formas y no incurrir en acciones ilegales. “No usamos recursos públicos y ni distraemos nuestra función en el gobierno y, en mi caso, incluso viajo en mi propio vehículo”, aclara.
Refiere conocer desde hace tiempo a la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, a quien apoya de modo incondicional y la cataloga como una figura nacional relevante y una gran científica, además hace notar –en lo que le toca– que “la ciencia y la política se compaginan, que pueden ir de la mano a favor de la gente”.
LOS MEJORES
En cuanto al reconocimiento de que Puebla tiene el mejor sistema de salud en el país, el funcionario estatal menciona que eso ha sido posible por la visión del gobernador Miguel Barbosa. “Su apoyo y sensibilidad, sobre todo para brindar más y mejores servicios a los poblanos, no tiene precedente”, enfatiza.
Al respecto, confirma el proyecto próximo a concretarse de construir dos unidades médicas en el complejo del Hospital del Niño Poblano, únicas en el país, para atender especialidades en cardiología y –muy relevante– para la atención integral a menores con padecimientos oncológicos.
En el primer caso, menciona la importancia de la unidad de cardiología y cirugía cardiovascular, que incluirá servicios de hemodinamia, en especial porque son frecuentes los casos de pacientes menores que no son diagnosticados con tamiz cardiaco.
“Muchos pacientes nacen con fallas cardiacas, no se detectan hasta que tienen seis o siete años y deben ser operados, de modo que ahora podremos hacer esa detección temprana y ahorrar muchos costos de vida”, precisa.
Por otro lado, resalta la posibilidad de disponer de un espacio muy digno para una unidad oncológica, que atienda de manera integral a los menores pacientes con cáncer continuo y donde se puedan brindar las quimioterapias y sesiones de radioterapias, con apoyo del Hospital del Sur.
A este respecto, recuerda que Puebla es de las pocas entidades donde no hubo desabasto de medicamentos oncológicos, “sabiendo que los niños y niñas son lo más preciado que tenemos. Cuando hubo carestía a nivel nacional, el gobernador dijo ‘aquí en Puebla no’ y nos instruyó a conseguirlos donde sea”.
Designado secretario de Salud en junio de 2020, cita como otra medida relevante la iniciativa del mandatario estatal para instalar unidades integrales de hemodiálisis, tanto en Puebla capital como en Tehuacán, Teziutlán, Izúcar de Matamoros y Huauchinango.
“Es un proyectazo que comenzará a funcionar este mismo mes, para atender a enfermos con insuficiencia renal crónica, cuyo servicio particular es sumamente caro, puede costarle al paciente hasta unos 100 mil pesos al mes.
Es un modelo único en el país, ya que en algunos estados se subroga el servicio y nosotros lo vamos a ofrecer en
varios hospitales con una inversión muy grande, con servicios de diálisis, hemodiálisis y trasplante renal”, señala.
A pregunta expresa, ratifica que Puebla no se sumará a las casi 20 entidades que se adhirieron al programa federal IMSS-Bienestar “y, de hacerlo, hasta la misma población lo rechazaría porque aquí, le verdad, somos más eficientes”.
“Nuestro gran equipo de trabajo lo hace muy bien, bajo la consigna de brindar servicios de calidad y calidez, además que actualmente el IMSS en Puebla está mermado, de modo que no lo necesitamos”, se ufana.
Presume de muchos logros impulsados en Puebla, como “la atención especial que se brinda en comunidades apartadas y zonas de alta y muy alta marginación durante los martes ciudadanos, en los que se acercan los servicios a la población, e incluso se practican cirugías con el quirófano itinerante, único en el país y posiblemente en el mundo”.
Para rubricar este proyecto, Martínez García destaca que “la salud no sólo es ausencia de enfermedades, es el bienestar físico, psicológico y social de la gente, ya que muchos de los indicadores que tenemos –muerte materna, perinatal, etcétera– son indicadores de pobreza y de marginación, con ese espíritu llegamos a muchas comunidades”.
Esa perspectiva, añade, “te abre la visión para ejecutar políticas públicas que en realidad beneficien a los más necesitados”.
Por último, entre los retos a corto plazo en el sector salud destaca que durante la pandemia de coronavirus se dejaron de lado medida de prevención o de detección temprana de varias enfermedades, que ahora se retoman, “pero que inevitablemente nos llevan a escenarios donde las enfermedades crónicas a partir de 2025 van a ocupar hasta 80% del gasto en salud”.
“Los retos que vienen son enormes y contamos con las herramientas necesarias, gracias al rigor económico del gobierno estatal que ha permitido inversiones extraordinarias, únicas en el país”, afirma José Antonio Martínez.