En comparación con el 2022, el año pasado subieron un 23%, siendo el despido injustificado la causa más común
Claudia Espinoza
Los conflictos laborales en Puebla registraron un aumento del 23% en 12 meses, pues en 2022 se registraron 2 mil 184 expedientes, mientras que el año pasado fueron 2 mil 688, con base en los datos de las Estadísticas sobre Relaciones Laborales de Jurisdicción Local emitidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
El reporte agregó que, de los asuntos laborales locales de carácter individual, el 43.4%, es decir, mil 164, fueron resueltos completamente, mientras que aún siguen en análisis mil 524 casos.
De los expedientes que se solucionaron, en 596 casos se hizo por medio de un convenio entre la parte trabajadora y el empleador, como parte de la intervención de autoridades mediadoras del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral y del Centro Local de Conciliación y Registro Laboral.
También se detectaron 119 asuntos laborales que registraron un laudo absolutorio, lo que significa que la persona demandada obtuvo la razón legal, además de que 77 fueron de carácter condenatorio, donde quien demandó obtuvo el fallo.
Los sectores con más conflictos laborales fueron el comercio, servicios de apoyo a negocios, industrias manufactureras, transporte, hoteles, restaurantes y la construcción.
Durante 2023 se presentaron 79 mil 69 conflictos de trabajo a nivel nacional. De estos, el 99.8% (78 mil 943) fue individual y el 0.2% (126), colectivo. De los conflictos individuales de trabajo, el 62.3% tuvo como motivo la demanda por despido injustificado.
Por su parte, de los conflictos colectivos, el 33.6% tuvo como motivo de la demanda la disputa por la titularidad del contrato colectivo.
En ese sentido, Gabriela Roldán Hernández, académica del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Iberoamericana Puebla, dijo que la situación laboral debe acompañarse de una introspección profunda sobre las prácticas normalizadas de abuso y precarización laboral.
“Estamos en un momento de inflexión para cuestionar el paradigma organizacional. Nos han vendido la idea de que la productividad debe ser a todo costo o que no hay ninguna justificación por encima de la productividad”, dijo.