Guadalupe Juárez
La pandemia cambió la movilidad, cuatro de cada 10 viajes que se hacían eran hacia el trabajo, ahora son tres de cada 10, aumentó el uso de vehículos motorizados y disminuyó la demanda del transporte público, el cual cada vez es más precario y afectará a los más vulnerables.
En entrevista con Crónica Puebla, el subdirector de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), Anuar Musalem, explicó que antes de la propagación de la COVID-19 en la entidad se hacían 3.6 millones de viajes, 40% hacia el trabajo, 25% a 30% hacia la escuela y el resto se dividía entre actividades de recreación, abasto y salud.
Ahora que los viajes disminuyeron por las actividades virtuales, sólo hay entre 25% y 30% de viajes hacia el trabajo hechos por trabajadores de manufactureras e industrias esenciales, hacia la escuela son nulos, 10% por motivos de salud, un aumento significativo ya que estos eran del menos de 3%.
Además se registró un cambio en los viajes en motocicleta, debido al incremento de las entregas a domicilio y por las compras en Internet.
También hubo cambios en la configuración de los viajes en el transporte público, como las rutas que prestaban servicio en Ciudad Universitaria, las cuales tuvieron que modificarse al no haber estudiantes, pero ello afectó a quienes viven por la zona, pues los dejó sin las opciones que tenían para trasladarse.
La falta de opciones para otros usuarios podría complicarse más con el transcurso de los meses y si se deja de invertir en el transporte público cuando se retomen las actividades, los más afectados serán los más vulnerables, aquellos sin poder adquisitivo.
Hubo quienes al tener que transportarse y evitar las unidades repletas para no contagiarse de COVID-19, compraron un automóvil o una motocicleta, un problema más, el incremento de automotores traerá consigo más hechos de tránsito.
Por lo anterior, Anuar Musalem consideró que es necesario hacer una “gran encuesta”–cuando se retomen las actividades– de origen y destino de los viajes, atención de los tres órdenes de gobierno hacia este medio de transporte y recordar que es relevante y social.
En tanto, los concesionarios deberán priorizar más en la capacitación de sus operadores y no sólo en la modernización de las unidades para mejorar el servicio.