Claudia Espinoza
“Dios mío, ¿qué es esto? Mi cuerpo no me sostenía, mis piernas no me respondían, yo pensé que me iba a morir”.
Así lo narra Cyndi Arquieta, empleada, quien es una de las 956 personas que han sido confirmadas con dengue en Puebla este año y que han colocado a la entidad en el cuarto lugar nacional por esta enfermedad.
Cuenta a Crónica Puebla que nunca pensó que en una zona como la ciudad pudiera contagiarse, por lo que a su familia le pareció bien acumular cosas que ya no utilizaba en una esquina de la casa.
No imaginó que allí crecería el mosquito del dengue.
“Me empecé a sentir muy mal; me dieron unas temperaturas muy fuertes. El cuerpo me dolía horriblemente; yo me quería levantar y no podía”, explica al comentar que una vez que recibió el diagnóstico médico llegó un momento en que pensó que no superaría la enfermedad, que sin embargo no se complicó más.
De acuerdo con el reporte epidemiológico de la Secretaría de Salud federal hasta el pasado miércoles, en la entidad poblana se han registrado 956 casos a lo largo de este año y el sábado Salud estatal reportó mil 064.
De esos, 690 son considerados no graves, 242 con signos de alarma y 24 graves, de los cuales cuatro perdieron la vida (de acuerdo con Salud estatal).
En el reporte federal, Puebla no aparece con ninguna defunción por esta enfermedad reconocida, puesto que son contabilizadas hasta que son avaladas por el Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica.
De esta forma, son publicadas conforme se llevan a cabo las sesiones de este comité, por lo que no corresponden a la semana epidemiológica en que ocurren.
El aumento en el número de casos de dengue en la entidad ha sido superior a 2 mil 300% de 2022 a 2023, pues el año pasado, en la semana epidemiológica 33 sólo se contabilizaban 41 casos, a diferencia de los 956 de este año.
Por ello, las autoridades estatales han solicitado que se refuercen las medidas de prevención contra el dengue.
La Secretaría de Salud en Puebla dijo que tiene 20 unidades para dispersar insecticida en las demarcaciones con mayor incidencia de la enfermedad.
En ese sentido, Alberto Romeo Saldaña Vázquez, académico del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga de la Universidad Iberoamericana, dijo que es importante que en zonas con clima húmedo se evite acumular objetos en los que se almacene agua, ya que se trata de un ambiente que ayuda a la reproducción del mosquito transmisor.
“Aunque hay zonas en donde las personas deben guardar agua, por la época de escasez, no deben tenerla al aire libre, porque es un sitio donde con facilidad se pueden reproducir las larvas; también se deben sacudir de forma constante los espacios al aire libre, porque, aunque no haya agua, pueden ser sitios de formación para este mosco”, agregó.
Comentó que la zona sur de Puebla es una de las que tiene mayor probabilidad de registrar este tipo de enfermedades, por las condiciones de clima que se presentan, como altas temperaturas y humedad.
A Silvia Flores la enfermedad la tomó por sorpresa, porque en primera instancia la confundió con una gripe. “Salí de mi trabajo y empecé con escalofríos y dolor de huesos y dije: es una gripe”.
Comentó que de forma inmediata acudió con un doctor, sobre todo porque ya se había contagiado de COVID-19.
“Me dijo que tenía síntomas de dengue, después tuve fiebres muy altas. Sentí en un momento que me podía morir”, explicó.
Después del tratamiento, dijo, reforcé todas las medidas de limpieza en la casa. Es por eso que exhortó a las personas a replicar esta acción y a reforzar las medidad de prevención, para evitar mayor propagación de la enfermedad en Puebla.