Al menos cinco adultos se liaron a golpes el martes, afuera el Colegio Europeo de Puebla capital, cuando “reforzaban” a adolescentes de la escuela.
En pelea por separado, originada por comentarios clasistas y de discriminación contra un alumno que vende pan para generarse dinero, éste resultó herido.
La golpiza de los hombres, uno de ellos armado, se viralizó en redes sociales por medio de una cuenta creada ex profeso para difundir el hecho.
De acuerdo con la versión publicada de videograbaciones de testigos, el estudiante que agredió en clases verbalmente a su compañero llamó a un amigo para que lo ayudara a golpear al ofendido.
El convocado, a su vez, pidió la presencia de su papá y éste llegó al sitio con otros hombres y la emprendieron a golpes contra uno más, al que tiraron y patearon en el piso.
En rueda de prensa, el rector de la Universidad Iberoamericana indicó que los hechos violentos entre jóvenes obliga a las autoridades y diversas instituciones sociales a vincularse en el proceso formativo.
Ello, a fin de que los jóvenes dejen de optar por la violencia, que siempre escala.
Mario Patrón Sánchez indicó que no sólo se requiere alianza entre gobierno y escuelas.
También, dijo, deben participar la familia, las iglesias y las institucione y organizaciones sociales para frentar la cultura de violencia.
“Recibimos jóvenes que tienen una historia de vida y que están marcados para bien o para mal por sus entornos familiares, sociales y comunitarios”.
La semana pasada, se viralizó otro hecho de violencia entre adolescentes por clasismo: un guardia fue golpeado por “hacer esperar” a un joven.
¿QUÉ OCURRE?
Experto en sociología e historia, el académico Alejandro Montiel explica:
- Que la discriminación es el móvil de esta violencia
- Los golpes son vistos por el agresor como un “castigo que el otro se merece por sublevarse