Por: Mariana Flores
“No es un simple catarrito; es un virus Sars CoV-2 variante Ómicron, que también tiene la posibilidad de transmitirse y de infectar a mucha gente. Hay personas que no se han querido vacunar y son los que habitualmente se complican”.
Así lo declaró José Fernando Huerta Romano, subsecretario de los servicios de Salud zona B, de la Secretaría de Salud del estado, quien al ser cuestionado sobre una posible minimización de la nueva variante por parte de la sociedad, remarcó que sigue siendo catalogada de preocupación por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que no debe subestimarse.
Indicó que pese a que para muchos de los infectados, la afectación a su sistema inmune es menor, quienes están en mayor riesgo son las personas no vacunadas contra la COVID-19, además de quienes padecen alguna comorbilidad o enfermedad crónica.
En este sentido, la Ssa estatal, calcula que el 3.9 por ciento de la población mayor de 18 años en el estado no ha recibido ninguna de las dosis contra coronavirus aplicadas en un año de jornadas de inoculación.
Por su parte, el secretario de Salud, José Antonio Martínez García, indicó que de acuerdo con el pronóstico basado en las cifras de las últimas semanas, los contagios alcanzarán su máxima cifra la siguiente semana.
Dijo que en los primeros tres días de la semana en curso, el índice de positividad es de 42 por ciento, además de que el promedio diario de pruebas para la detección de COVID-19 oscila entre mil 500 y mil 800.
En el informe al corte del 19 de enero, en el transcurso de un día, se detectaron 787 nuevos contagios de la enfermedad y dos fallecimientos. La cifra de personas en hospitalización es de 173, y de ellas, 14 requieren de ventilación asistida.