Por: Mariana Flores
Ni una pausa, ni desorden. Con agilidad transcurrió el primer día de la segunda etapa de vacunación contra COVID-19 en la capital del estado, en manos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Salud del estado (SSA).
En un recorrido de madrugada, Crónica Puebla encontró parientes y amigos haciendo fila, apartando lugar. Incluso hubo quienes durmieron en auto y a la intemperie, afuera de los hospitales. Ello, a pesar de que las primeras citas fueron a las 8:00 horas y las instrucciones fueron llegar 15 minutos antes.
En el Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de San José, la fila rodeó media manzana.
Ocho en punto, las puertas se abrieron. Esta vez no hubo tumultos de “colados” ni sin turno. Brigadas por separado atendieron a quienes trataron de obtener vacuna sin tener el turno y los metieron al orden del alfabeto y los días.
El resguardo: militares y agentes viales estatales. Porfirio, de 71 años, aseguró que ha estado confinado en su casa por meses.
“Hasta que dieron esta oportunidad y que Dios también me la dio, que me atreví a salir de la casa. Yo no tengo computadora, entonces no me había podido registrar en los otros procesos, y me quedaba muy lejos; pero aquí me quedó a dos calles”.
Pero, por miedo a quedarse sin vacuna, llegó desde las 6:00 horas, dos antes de su cita. “Yo creo que con lo que vimos en Cholula, que también había citas y que la gente se quedó sin vacuna, pues sí da miedo que nos pase lo mismo.
Por eso vine antes, y mire, es mucha gente pero va rápido la fila”, finalizó. En el Hospital General del Norte hubo más gente haciendo fila toda la noche que en el resto de las sedes.
La vacunación comenzó con media hora de retraso. Y cientos de personas se aglomeraron para preguntar o apartar lugares; cero sana distancia. También en el Hospital de Traumatología y Ortopedia, el tumulto reinó por horas. Personal del ejército y del mismo hospital lograron controlar el aforo de las personas.
En el caso del ISSSTE y el ISSSTEP, distantes cuatro calles uno de otro hospital, la jornada transcurrió sin sobresaltos. Ahí, las filas fluyeron de forma constante. El mayor éxito del cambio de modelo para vacunar se vio en la XXV Zona Militar.
Ni amontonamientos ni desinformación. Y tanto los vacunados como los familiares participaron en orden y siguieron indicaciones.
“Me parece que esto debían hacer desde un principio, mostrar orden. Son nuestros viejitos, cómo no va a andar uno pendiente de ellos, y aquí son muy amables. Mi mamá pasó muy rápido, no nos hicimos ni dos horas, y ya ahorita, a guardarse otra vez”, dijo Damaris López, al dar el brazo a la titular del turno, de 68 años de edad.
De acuerdo con el secretario de salud del estado, José Antonio Martínez García, este sistema de vacunación tiene la capacidad de atender a 46 mil 900 adultos mayores. Estimó que el domingo quedará cubierta la vacunación.
En los autos, la dinámica ocurrió en silencio. Ni bocinazos ni gritos ni peleas. Para esa operación, el personal de salud tuvo el apoyo de decenas de empleados de hospitales y agentes viales para el aforo.