Dulce Liz Moreno
Aunque documentos institucionales, relatos escritos y reportes periodísticos fueron destruidos, los vecinos de Chicontla recuerdan lo que vieron en torno de la masacre perpetrada por militares contra tontonacas de Monte de Chila.
Lo afirma Miguel Andrade Rivera, cronista de Jopala.
En ese municipio se inscribe la comunidad exterminada por el brazo con que los gobiernos federal de Gustavo Díaz Ordaz y estatal de Rafael Moreno Valle ordenaron la matanza en la Sierra Norte poblana.
La masacre forma parte de las persecuciones hechas en la llamada guerra sucia.
Soldados cometieron el crimen de lesa humanidad el 28 de enero de 1970.
Andrade Rivera es uno de los ciudadanos que ha luchado por que haya justicia para sus vecinos asesinados. Fueron al menos 324 de todas edades, incluídos bebés y niños.
Él mismo estuvo en la cabecera municipal de Chicontla, donde estudiaba la primaria y vio “una columna de gente y caballos que bajaban de Monte de Chila”.
Un piquete de soldados atravesó el centro del pueblo.
No hablaron con nadie.
En la retaguardia, sobre caballos llevaban atravesados los cadáveres de dos uniformados. Los velaron en el mercado de la población.
Atestiguó la llegada de cientos de militares en camiones verdes.
Y ha buscado a soldados de ese tiempo y esa operación. Los ha encontrado y entrevistado. Y espera que la comisión federal de verdad y justicia haga, por fin, un escrutinio imparcial.