La pandemia por COVID-19 afectó las relaciones interpersonales. La distancia obligada y el confinamiento rompieron con lo cotidiano: un abrazo o un beso.
Uno de los sectores más afectados son los padres divorciados no custodios que, mediante un proceso judicial, veían a sus hijos en visitas y convivencias presenciales supervisadas.
En esta emergencia sanitaria y con la finalidad de disminuir la agudeza de la separación y dando prioridad a los derechos de niños y adolescentes, el Tribunal Superior de Justicia del estado estableció lineamientos para realizar convivencias supervisadas a distancia, mediante el uso de aparatos electrónicos.
Los expertos legales aseguran que convivir con los hijos a distancia en esta temporada de pandemia, bajo los términos judiciales correspondientes, salvaguarda la integridad física y psicológica de los menores, fortaleciendo el vínculo familiar.
ACORTA KILÓMETROS
Ricardo Alvarado se divorció y aunque no existe alguna prohibición legal para que vea a su bebé de más de un año, experimenta la lejanía.
Él y su expareja decidieron que lo mejor sería llevarse a la niña a Puerto Escondido, ciudad de origen de la mamá para evitar riesgos por COVID-19 en Puebla, donde sigue al alza en casos de contagios.
“Estuve enfermo y me espanté un poco, cuando se fue mi hija no pude abrazarla por temor a tener el virus y contagiarla. Todo este tiempo ha sido muy difícil para mí, porque pensamos que sólo eran 15 días, pero es complicado que yo vaya a ver a mi hija. En el camino puedo contagiarme”, relató Ricardo a Crónica Puebla.
Para los padres divorciados no custodios, la tecnología se convirtió en una herramienta salvavidas. “La primera vez que mi hija me llamó papá fue a través de una videollamada. Fue difícil, pero la tecnología me ha ayudado en muchas cosas, como cuando tuve síntomas de coronavirus, me ayudó a seguir en contacto con mi hija, ha sido súper práctico, estamos a un clic de distancia y me hace sentir que estoy cerca de ella de alguna manera”, detalló.
“Su abuela me apoya para que mi hija y yo podamos mantener el contacto a través de videollamada”, agregó Alvarado, quien sigue fortaleciendo el lazo fraternal con su pequeña en estos tiempos de pandemia.