Los autos curvos enormes. La plaza en que 40 años atrás los antirreeleccionistas de Puebla ovacionaron a Francisco I. Madero que hizo del balcón del primer piso su tribuna, la entrada (de lado) al antiguo restaurante del Hotel Colonial.
La cubeta galvanizada del lavacoches y hasta el vocho importado porque los primeros ensamblados en Puebla rodaron después, en 67.
Fotografía: INAH