Desde el arco sur del Portalillo del barrio de El Alto, una vista captura a unos comerciantes en primer plano, mientras al fondo se erige la torre del templo de San Francisco, rodeada por la frondosa arboleda del Paseo del mismo nombre.
En 1930, ese lugar de intercambio dio paso a la construcción del mercado, que se convirtió en un símbolo de la evolución comercial de la zona, manteniendo viva la esencia de la convivencia y las historias de quienes lo habitaron.
Foto: cortesía Museos de Puebla