Durante casi tres décadas, la Plaza del Charro –que abarcaba de la 20 a la 24 Sur y 11 Oriente de la ciudad de Puebla– fue el espacio preferido para practicar la charrería y la equitación.
Albergó corridas de toros, famosos circos e incluso fiestas de 15 años.
El fin del inmueble llegó en 1980, cuando inició la construcción de la Secretaría de Planeación y Finanzas del gobierno del estado.