Nadie, absolutamente nadie, sabía que un poblano fue quien inmortalizó realmente al genio, al ídolo, al irrepetible Diego Armando Maradona.
Tuvo que morirse el astro de Boca Juniors, del Barcelona y del Nápoles para que se confirmara lo que se comentaba casi en secreto: Don Luis Aguilar Ortiz, fotoperiodista de Puebla, es el autor de la célebre fotografía de “La Mano de Dios”.
Aquel gol del 10 argentino ante Inglaterra en el Estadio Azteca, en los cuartos de final del Mundial de México 86.
La historia es demasiado triste para ser contada pero también para ser ignorada: Luis dio clik en el momento justo; reveló, entregó su imagen… pero nunca la acreditó con su nombre.
Seguramente nunca vislumbró la importancia de haber capturado ese mágico momento, cuya instantánea ha dado la vuelta al mundo, literalmente, y ha enriquecido a varios.
Por fortuna, un día Maradona sí lo reconoció y en su momento hasta se sacó la foto (siempre la foto) con quien contribuyó a alimentar su leyenda.
Como dice –y dice bien– el clásico: “Honor a quien honor merece”.
Fotografía: Marco Fierro