Finales de los 90. Pasillos de la Ibero Puebla. Y un visitante importante.
Se trata del hombre que ganó una elección y se la robaron. Lo volvió a intentar dos veces.
Quedó a milímetros. Con honores, es recibido. No es para menos.
Hijo de presidente, Cuauhtémoc Cárdenas no es de esos que –diría Monsiváis– es famoso porque fue famoso. Es voz autorizada, que hoy más que nunca hace falta.
Sobre todo ante la intolerable ausencia de congruencia de lo que dice ser la izquierda. ¡Qué lástima que no sea así! Y que el líder moral tenga el cubreboca tan firme… porque su hijo es jefe de asesores de AMLO.