El gobernador Miguel Barbosa manifestó su desconfianza en los industriales textiles para evitar contaminación del río Atoyac. Instruyó a la secretaría medioambiental intensificar revisiones y clausuras a empresas que viertan desechos al afluente.
Aseguró que las industrias operan sin permisos de la autoridad federal ni estatal y sin tratamiento de sus aguas.
Y, sin embargo, los textileros solicitaron la firma de un convenio para poner en orden los procesos que protegen al ambiente.
“¿Cuántos meses quieren para hacer un convenio?, ¿o fue un pretexto dilatorio?”.
Advirtió que en caso de que las empresas no cumplan con el plazo permitido de seis meses para la regulación de sus condiciones, las secretarías de Medio Ambiente y de Economía romperán lazos con la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive) Puebla y Tlaxcala.
El mandatario señaló que las empresas deben construir y operar plantas tratadoras, no sólo hacer promesas.
Subrayó la importancia de detener la contaminación del cauce.