Felipe Flores Nuñez
Un grupo de militares de diversas generaciones y en calidad de retiro, originarios de Puebla, se mostraron indignados e incrédulos por la captura en Estados Unidos bajo cargos de narcotráfico del general Salvador Cienfuegos Zepeda, titular de la Secretaría de la Defensa en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Entrevistados por separado, expresaron sus dudas sobre las presuntas pruebas por las que se acusa y coincidieron en que la detención vulnera hondamente el prestigio y el honor de la institución.
No obstante, uno de ellos consideró que Cienfuegos podría ser culpable, ya que “de siempre se sabía que era ambicioso y con muchos complejos por su origen modesto”.
El general Salvador Cienfuegos fue apresado el pasado 15 de octubre a petición de la Administración para el Control de Drogas (DEA) en el Aeropuerto de Los Ángeles, California, bajo cargos de conspiración criminal, lavado de dinero y narcotráfico; será enjuiciado en Nueva York.
Ante tal hecho, la gran mayoría de los militares retirados con alto grado en la milicia –que pidieron expresamente se reservara su identidad en razón a códigos disciplinarios–, señalaron que Cienfuegos “desempeñó una carrera ejemplar desde que fue cadete del Colegio Militar y que siempre se distinguió precisamente por ser un hombre recto e íntegro”.
Uno de los declarantes señaló que son inverosímiles los argumentos que sustentan la detención, como afirmar que existen centenas de grabaciones telefónicas.
“Es un absurdo, una ingenuidad que eso ocurriera; no creo, en su caso, que fuera tan torpe para dejar huellas de ese tipo”, comentó.
También dijo que suena insensato fundar los cargos en declaraciones de testigos protegidos, que finalmente son capos detenidos capaces de inculpar a su propia progenitora para obtener su libertad o, al menos, reducir sus penas.
Dedujo además que el hecho de viajar a Estados Unidos presupone que Cienfuegos no tenía nada que temer, “de otro modo no lo hubiera hecho y menos en compañía de su familia. Estas consideraciones deberían tomarse en cuenta y refuerza la versión de su inocencia”.
Otro militar entrevistado, que compartió vivencias personales con Cienfuegos en su época de cadetes de la generación 1964-1967 y luego en el Estado Mayor Presidencial, dijo estar altamente consternado por la noticia de la captura, incluso aseguró que en su momento será librado de las acusaciones, aunque el daño institucional ya está hecho.
“Me siento desilusionado y muy agraviado porque de alguna manera nos mancha a todos los militares que hemos entregado nuestras vidas por nuestro país y lo hemos hecho con lealtad, honor y dignidad”, afirmó.
También señaló que entre la milicia se sabía de algunos desencuentros que Cienfuegos tuvo con el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, incluso cuando éste era candidato lo afrontó para reclamarle sus expresiones en contra de la institución militar y a este respecto se mostró sorprendido que el gobierno federal no haya hecho ningún pronunciamiento en su defensa.
“El sólo hecho de no haber dado aviso habla mal del gobierno estadounidense, pero es peor el de México al no haber emitido al menos un extrañamiento”, dijo.
Insistió en la inocencia del exsecretario de la Defensa Nacional, que fundamentó al concluir: “Mi general tenía todas las virtudes: honesto, comprometido, justo y leal, incluso en su etapa de cuatro años como Director del Colegio Militar muchas generaciones lo recuerdan por sus convicciones y su enseñanza siempre con el ejemplo”.
OPINIÓN DIVERGENTE
En contraste, otro militar pensionado que conoció en el Colegio Militar al ahora inculpado dijo no dudar de la responsabilidad del general Cienfuegos, debido a que por su origen humilde siempre tuvo pretensiones de hacer dinero. “Era ambicioso y tenía muchos complejos”, afirmó.
Reveló que el padre de general Cienfuegos también fue militar pero no lo conoció, pues murió con grado de capitán cuando apenas tenía él dos años. “Al dejarlos en situación precaria su madre debió emplearse como costurera para sostenerlo, eso le pegó en demasía”.
“Estaba tan amolado que los fines de semana que salíamos del Colegio iba con su pantalón y botas del uniforme militar, no tenía ropa propia y eso fue motivo de muchas burlas de sus compañeros, que le produjeron complejos y hasta se supo que alguna vez dijo que se desquitaría del bullying que le hacían”, comentó.
Sugirió leer el libro de la periodista Anabel Hernández en el que refiere algunas de las tropelías que cometió el general Cienfuegos cuando era comandante de Región con sede en Guerrero. “Todo lo que dice ahí es cierto”, aseguró.
«El Ejército Mexicano es una institución muy noble, pero no puede afirmarse que sea totalmente incorruptible. Ojalá que estos hechos sirvan para desenmascarar a muchos altos mandos que ahora ocupan posiciones importantes y que se han desviado del sendero de la legalidad que nos inculcaron y con ello sea recobrada la honorabilidad perdida”, concluyó el entrevistado.
Otro militar en retiro otorgó al general Salvador Cienfuegos todo el beneficio de la duda. Aseguró que en mensajes que a diario sostiene en redes sociales con otros de sus compañeros, “todos están en la misma línea de incredulidad y descontento”.
“Él no tenía necesidad de hacerse millonario, siempre tuvo buenos salarios y prestaciones para vivir con holgura en su retiro. No lo veo en su edad adulta, con una currícula impecable, involucrado en el narco y menos en el lavado de dinero”, añadió en tono molesto.
“El Ejército se ha posicionado desde siempre entre la población como una de las instituciones más honorables, de mayor confianza y con altos índices de credibilidad. ¿Cómo queda ahora con este golpe tan duro?”, se preguntó.
Dudó también que el gobierno actual no supiera que estaba siendo investigado y recriminó que durante su campaña el actual presidente hiciera repetidas alusiones a la clase militar, cuando decía que los haría regresar a sus cuarteles y ahora los ocupa para todo.
En este sentido no descartó al menos complicidad del gobierno y apoyó la versión en el sentido de que este hecho haya sido promovido desde adentro para dividirlos, generar confusión y responderle a quienes nos oponemos a su desempeño al frente del país.
“Le pido a Dios, y lo digo con alta convicción, que no sea cierto lo que se dice y que todo se aclare por el bien del Ejército Mexicano, por el bien del país”, apuntó.