Por: Germán Campos Ramos
Hasta despedirse de los muertos sufre una sacudida en los tiempos del COVID-19, pues en el mejor de los casos los deudos tendrán cuatro horas para velar a sus seres queridos, siempre y cuando conformen grupos pequeños y sigan las instrucciones sanitarias.
En otros casos los dolientes simplemente recibirán las cenizas, es decir que no podrán darles el último adiós como lo marcan las tradiciones más arraigadas en la cultura mexicana enterrando los cuerpos.
Esto ante la escalada de muertes por coronavirus de las últimas semanas, pues los cadáveres de personas fallecidas por el virus representan un riesgo de contagio, conforme lo establecido por autoridades federales, quienes incluso han publicado un protocolo para el correcto manejo de los cuerpos.
De hecho, personal de las funerarias son convocados a adoptar medidas extraordinarias de higiene, desinfección y del protocolo de seguridad para la recolección, traslado, manejo y disposición final de los restos.
CUIDADO
Las personas que recibirán los cadáveres en hospitales o domicilios deben hacerlo con guantes, cubrebocas, googles o careta de protección, zapatos cerrados y uniforme de algodón. El cuerpo será colocado en una bolsa especial de traslado, misma será introducida al ataúd, el cual será sellado y desinfectado.
El velatorio debe ser sanitizado antes, durante y después de los servicios funerarios; no recibirá a más de 18 personas y sólo por cuatro horas.
Las herramientas utilizadas en la recolección y disposición final de los restos deben ser sanitizadas, como la canastilla, la camilla, la carroza y cualquier otro material que sea reutilizable. Los desechables son considerados Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos (RPBI) y tiene un proceso especial.
Se debe evitar el embalsamamiento, la tanatopraxia (técnica de conservación temporal) y tanatoestética (tratamientos estéticos al cadáver). Por doloroso que resulte, los familiares tienen estrictamente tocar o besar los cuerpos de sus seres queridos.
Los asistentes a un funeral deben usar gel antibacterial, cubrebocas quirúrgico, no saludar de beso o de mano, tampoco dar abrazos, evitar el ingreso de menores de edad, mujeres embarazadas y personas mayores.
La disposición final debe ser pronta, preferiblemente mediante cremación, ya que la manipulación de cenizas no implica ningún riesgo. De ser una inhumación en sepultura o bóveda se hará en las condiciones descritas anteriormente.
Los servicios funerarios, en el caso del Instituto Mexicano del Seguro Social, tienen un costo es de 4 mil 6635 pesos sin ataúd y de 9 mil 99 pesos si es cremación. El precio en empresas privados varía dependiendo del paquete elegido.