Todavía hay preguntas sin respuesta relativas al coronavirus, pero se ha documentado que es posible la transmisión del virus a través de los ojos, advirtió el reconocido oftalmólogo poblano Ramón Martínez Morgado.
“Aunque el índice realmente es bajo, los ojos son un órgano por el cual el virus puede alcanzar el aparato respiratorio a través del conducto lacrimonasal, depositarse en la mucosa retrofaríngea y de ahí a la vía respiratoria superior y seguir su camino hasta los pulmones”, dijo en exclusiva a Crónica Puebla.
Señaló que este nuevo coronavirus es un microorganismo que se encuentra en la lágrima y puede ser también transmitido al tocarse o tallarse los ojos. “Puede haber conjuntivitis por objetos contaminados y también por las gotas respiratorias si no se guarda una distancia de entre 1.5 a 2 metros. Además de que la conjuntiva tiene receptores para este nuevo virus y propagarse al resto del cuerpo e incluso transmitirlo a otra persona si uno se toca el ojo y luego da la mano”, subrayó.
MEDIDAS A ACATAR
Para evitar el contagio, el fundador y director de la Unidad Oftalmológica de Puebla –ubicada en la colonia La Paz– sugirió no tocarse los ojos y no compartir objetos que se usan cerca de ellos como: lentes, maquillaje o antifaces.
Así como no dar saludos de beso, ya que en este caso el contacto ojo con ojo es casi directo. “En el ambiente de trabajo, además del cubrebocas, no es sólo recomendable sino prioritario el uso de lentes o googles, principalmente si este trabajo sí implica alguna cercanía, especialmente en aquellos casos de otorrinolaringólogos, anestesiólogos, urgenciólogos e intensivistas y especialistas en cara y cuello. Dependiendo de otras profesiones, incluso se sugiere también el uso de caretas”, dijo.
Respecto a si un especialista puede detectar un contagio en los ojos mediante un examen, sin realizar la prueba PCR, refirió que el COVID-19 presenta muchos síntomas que no se pueden correlacionar directamente a los ojos.
“La prueba concluyente, con su porcentaje de falsos negativos según los días que se lleven de infección, es la prueba de la reacción en cadena de la transcriptasa inversa-polimerasa (RT-PCR)”, resaltó. También marca la pauta el cuadro clínico del paciente, es decir, la sintomatología conocida en el sector salud, señaló.
PRIMER INDICIO DEL COVID-19
Martínez Morgado, quien sustenta la International Education Award de la Academia Americana de Oftalmología, relató que la primera vez que se tuvo idea del coronavirus fue gracias a un oftalmólogo chino, Li Wenliang, de 34 años, quien tuvo pacientes de la población de Wuhan con alteraciones oculares aunado con problemas respiratorios parecidos al Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS).
“Este médico alertó a sus colegas e hizo un llamado a las autoridades chinas el 3 de enero de 2020 para hacer notar esta relación de síntomas y signos no característicos de las enfermedades conocidas. Sin embargo, fue reprendido y amonestado. Posteriormente falleció a consecuencia de este mortal virus el 7 de febrero”, apuntó.
Gracias a él se abrió un panorama para que los diversos organismos mundiales de salud prestaran atención a esta enfermedad que se convirtió en una pandemia, recalcó.
RESPUESTA TARDÍA
Cuestionado sobre si se conoce algún caso en Puebla o en México de contagio de coronavirus a través de los ojos, enfático subrayó que la respuesta a la pandemia fue retrasada. “Si es difícil para las autoridades de salud ponerse de acuerdo en casos y defunciones, mucho más difícil sería identificar vías de entrada”.
“En nuestro caso no lo hemos detectado directamente, pero como consecuencia del aumento de casos y la frecuencia con la que una persona toca su cara, cada día será más común ratificar esta vía”, reconoció. También mencionó que hay cifras variables en cuanto a diagnóstico de conjuntivitis y COVID-19.
“Unos estudios reportan 3 a 5%, pero por ejemplo, un reporte chino en el pico de su pandemia, lo elevaba hasta de 25 a 30%. Existe el rumor que el principal consultor de China para el coronavirus, Wang Guangfa, también fue contagiado a través de la conjuntiva, pero afortunadamente se recuperó”, señaló.
Un examen de los ojos es importante porque puede diagnosticar otros padecimientos. “Los ojos manifiestan muchas enfermedades a las que los humanos estamos expuestos. Relacionado a la situación actual hay que remarcar que los pacientes diabéticos e hipertensos son más vulnerables a las complicaciones del coronavirus.Estas enfermedades se detectan en los ojos, incluso si el paciente es asintomático”, consideró.
EXAMEN AL AÑO
Destacó que la población debería realizarse un examen ocular por lo menos una vez al año, y más frecuente, los diabéticos e hipertensos. Señaló que por ahora se tiene documentado que un paciente infectado de coronavirus a través de los ojos no le causa un daño adicional a la vista.
“Generalmente con la información que tenemos hasta el momento sólo sabemos que el nuevo coronavirus se puede presentar como una conjuntivitis aguda inespecífica o como lo menciona la AMA (American Academy of Ophthalmology), una conjuntivitis folicular”.
“Puede causar molestias a nivel ocular sin presentar otras manifestaciones sistémicas. Sin embargo, el sólo hecho de tener manifestaciones oftalmológicas, es suficiente para sugerir que el paciente solicite atención médica que descarte el contagio de COVID-19”, advirtió.
EXTREMAN PRECAUCIONES
Durante el confinamiento voluntario, Martínez Morgado y su equipo han mantenido la atención a pacientes en ciertas áreas, bajo estrictas medidas de seguridad sanitaria. “Por el momento, y desde el 14 de marzo, sólo atendemos consulta y cirugías de urgencia.
Pero hay muchos padecimientos que se deben atender antes de que presenten complicaciones graves. Estamos a la espera de reanudar nuestras actividades de manera cotidiana en cuanto las autoridades lo consideren pertinente”, señaló.
Morgado aclaró que han asumido medidas de prevención para evitar contagios. “Sanitización profesional, desinfección de las salas de espera con ozono (por la noche y posterior ventilación) y luz UV-C germicida alternada en los consultorios. Se desinfectan las superficies con cloro y alcohol, además usamos sustancias con nanopartículas”, agregó.
Precisó que también han señalizado los lugares en la sala de espera para mantener la distancia adecuada y se cita a los pacientes en horarios espaciados. “Desde la cita telefónica al paciente se le hace un Triage Respiratorio (cuestionario personal y de exposición al virus) que se repite a su llegada a la clínica.
Hay una primera entrada con limpieza para el calzado con cloro a 0.2% y en la segunda entrada (esclusa), nueva limpieza de zapatos a menor concentración y más seco. Se proporciona gel an tibacterial y cubrebocas si es que no lo traen”, indicó.
Finalmente, el especialista consideró prioritario el uso de cubrebocas para todas las actividades fuera de casa para evitar los contagios del COVID-19. “Pienso que es una condición de civismo y de respeto seguir las instrucciones de higiene estricta para atenuar la propagación de la enfermedad”, apuntó.