En México se estima que entre 145 mil y 250 mil niñas, niños y adolescentes se encuentran en riesgo de ser reclutados o utilizados por grupos delictivos, alerta el informe ‘Reclutamiento de niñas, niños y adolescentes por grupos delictivos en México’ presentado por el Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad (ONC) y la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
La directora de Redim, Tania Ramírez, destacó que siete entidades concentran alrededor de 55% de la población de niñas, niños y adolescentes en riesgo: Estado de México (9.7%), Jalisco (8.6%), Chiapas (8.1%), Puebla (7.8%), Guanajuato (7.3%), Veracruz (7.2%) y Michoacán de Ocampo (6.5%).
«Hay que decirlo con todas las letras, ser joven, ser niño en México es un peligro y aquí es porque México pasa por la peor crisis de violencia en la historia. Simple y sencillamente si consideramos los últimos cinco años, han sido los más violentos de la historia. Primero 2017, luego 2018 y 2019 fueron rompiendo récords en ese sentido. Los tres peores años de violencia en el país son, precisamente 2019, 2020 y 2021″, expuso Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC).
Resaltó que estos primeros siete meses del año son los peores desde que se tiene registro y advirtió que la militarización de la seguridad, lejos de disminuir los fenómenos que estamos viendo en el país los está maximizando».
Los casos se van sumando ante la invisibilización que viven los menores. Ambas organizaciones advierten que pese a que se tiene conocimiento de estos casos, hasta el momento se carece de un diagnóstico sobre esta problemática que permita no solo la caracterización del fenómeno sino de la respuesta institucional del Estado mexicano.
Damián, quien a sus siete años fue vendido o regalado por su madre en Tamaulipas y, un año después de dicho incidente, ya era parte del grupo delictivo de Los Zetas. Damián fue detenido a los 14 años, cuando ya había participado en múltiples delitos tales como venta de drogas, secuestros y robos.
Rodrigo, platica que ingresó a trabajar de forma obligatoria. A los 15 años de edad lo reclutaron.
Primeramente lo obligaron a trabajar como halcón, y conforme fue creciendo lo pusieron en otros puestos incluso ha trabajado como escolta de uno de los jefes. Rodrigo menciona que la razón por la cual fue reclutado es que al ser menor de edad podía evadir a las autoridades más fácilmente ya que por ley los menores están protegidos y reciben condenas menos severas que los adultos.
El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) recluta a personas mayores a 12 años, a quienes suele entrenar para cierto tipo de funciones o prácticas delictivas, entre las cuales se encuentra el “halconeo” para alertar sobre la presencia de autoridades, narcomenudeo, sicariato, entre otras .
El documento señala que los cárteles que hoy operan con menores de edad reclutados a la fuerza son Los Zetas, Del Golfo, La Familia Michoacana y los Caballeros Templarios, quienes a cambio de la delictividad infantil ofrecen salarios que van de los 250 a 500 pesos diarios.
Sin embargo, se precisa que los cárteles no son los únicos grupos delictivos involucrados, pero sí los más visibles. También están presentes las familias delictuales y las pandillas.
El Consejo Nacional Ciudadano y la Red por los Derechos de la Infancia urgieron al gobierno federal a tipificar e incluir en la legislación de México el delito de reclutamiento y utilización de niñas, niños y adolescentes por grupos armados y grupos del crimen organizado.
Debido a que el marco legal es débil y el reclutamiento no está tipificado penalmente, también propusieron establecer el delito de manera adecuada que contemple los elementos determinados dentro de los estándares de derecho internacionales.
«No se trata de aumentar penas para tratar de inhibir a los jóvenes que se involucren en este fenómeno, lo que se trata es de distribuir las responsabilidades en qué le toca a cada uno de los adultos que hoy permiten el involucramiento de jóvenes en este fenómeno delictivo», expuso Rivas.
Evidenció la falta de efectividad de los programas sociales implementados por el gobierno federal destinados a este sector de la población, al exponer que éstos no se encuentran distribuidos en el territorio atendiendo la necesidad de la población «sino más bien donde se encuentran los distritos electorales más relevantes». (La Crónica de Hoy)