Por: Karla Cejudo
Durante 2020, en promedio, cada día tres mujeres debieron recibir atención hospitalaria en la entidad tras sufrir violencia familiar. La mayoría tenía de 18 a 29 años y casi no se tiene registros de la herramienta que se usó para lesionarlas.
El lunes 31 de mayo una mujer fue atacada a puñaladas por su pareja sentimental, en la colonia Roma. Los primeros reportes indican que ambos estaban consumiendo bebidas alcohólicas, cuando de momento los vecinos escucharon que la mujer gritaba pidiendo auxilio.
Tras una solicitud de acceso a la información, la Secretaría de Salud informó que recibieron mil 14 personas en hospitales víctimas de violencia familiar durante el año pasado, de las cuales 90 por ciento (918) fueron mujeres.
Las lesiones fueron provocadas por varios objetos, pero en 49 por ciento de los casos (454) la dependencia desconoce o ignora qué fue utilizado para lastimar a las mujeres; mientras que en 27 por ciento (245) utilizó la descripción “otros” para referirse a los elementos no convencionales (como lo son armar punzocortantes o de fuego), pero sin detallar cuáles fueron.
Mientras que aquellas mujeres violentadas por sus agresores con puños y piernas representaron 13 por ciento (121); los objetos contundentes concentraron seis por ciento (51). De las 918 mujeres que llegaron a hospitales poblanos por violencia intrafamiliar, 42 por ciento (385) tenían entre 18- 29 años; mientras que 26 por ciento (239) tenían menos de 18 años; 19 por ciento (172) tenían entre 30-39 años. Resaltan cinco casos de personas adultas mayores, entre los 70 y 90 años.
Si basamos la información por municipios, Tehuacán es la demarcación con más casos con 195 mujeres (21 por ciento); Puebla capital reportó 87 atacadas (nueve por ciento); Zacatlán, 33 reportes (cuatro por ciento); y Tecamachalco, 11 incidentes (dos por ciento).
La dependencia indicó que los Servicios de Salud del Estado de Puebla cuentan con protocolos de atención especializados ante casos de violencia familiar o sexual. Estos servicios son brindados por un equipo de salud interdisciplinario (médicos, enfermeros, trabajadores sociales y psicólogos) adscrito a unidades de salud, con capacidad resolutiva de atención especializada, orientado a la prestación del servicio médico-quirúrgico de lesiones leves y graves, tratamiento de la violencia sexual y atención psicológica.