Por: Diana López Silva
De todas las formas de violencia contra las mujeres, el acoso callejero es de las más comunes, pero sólo una de cada 10 denuncia, señalan especialistas y ciudadanas.
El reconocimiento de este tema es relativamente nuevo, pues fue hasta finales del siglo XX –en 1994– que fue firmada la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres, para establecer como base tres tipos: física, sexual y psicológica.
LA CIFRA NEGRA
A partir de esta definición, se ha venido estudiando y documentando otros tipos de violencia, que pueden ocurrir en diferentes ámbitos, como la familia, el trabajo, espacios públicos o la vía pública.
Tonalli Pérez, directora de Análisis de la Violencia de Género del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública (CCSJP), señaló que en México hay una cifra negra alta de casos de acoso callejero, porque las víctimas no lo denuncian.
“Por ejemplo, cuando hablamos de violencia sexual, básicamente nueve de cada 10 actos no son denunciados por las mujeres ante ninguna autoridad. Es más, muchas formas de violencia sexual no están clasificadas como delitos”, dijo.
Detalló que la mayoría de las agresiones a mujeres suelen ser sexuales, siendo las más vulnerables adolescentes y mujeres de entre 25 a 29 años.
Por otra parte, lamentó que las encuentras nacionales sean ejercicios poco sistemáticos, a los que falta fortalecer pues son utilizados para generar políticas públicas y propuestas legislativas.
Como ejemplo, mencionó la Encuesta Nacional de la Dinámica de Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016 del Inegi, que hoy todavía es tomada como base para el diseño de políticas públicas y propuestas legislativas.
“Ese panorama complejo hace muy difícil tener datos actualiza
dos y genera huecos en la información”, apuntó Tonalli Pérez.
LAS LEYES
Cuestionadas sobre por qué habiendo tantas leyes contra la violencia hacia las mujeres el fenómeno persiste, diputadas de diferentes partidos mencionaron que se requiere de la actuación estructural y transversal de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, así como de la propia sociedad.
Mónica Silva Ruiz (PT) señaló que se trata de un tema estructural, multidimencional y multifactorial, por lo que “no únicamente con la legislación podríamos erradicar la violencia contra las mujeres, hay que trabajar desde sociedad, academia, gobierno, para que podamos ir paliando el tema”.
“El cambio de la vida y la educación de nuestra infancia podrá garantizarnos que tengamos una vida sin violencia. Mucho podemos hacer desde el Legislativo, pero también desde el Ejecutivo, que se apliquen las políticas públicas necesarias y también desde el Judicial, que garantice el acceso a la justicia a las mujeres”, indicó.
Nora Merino Escamilla (PT) reconoció que hay diversas leyes que respaldan y protegen, pero el problema no se va a resolver hasta que las mujeres participen más en la vida pública y activamente.
“Porque presencia no es incidencia, tiene que haber mayores espacios de toma de decisiones. Hoy vemos gabinetes, como el del gobernador Miguel Barbosa, donde las mujeres tienen cargos de suma importancia; nos falta que los partidos políticos entiendan el papel fundamental de las mujer y reconozcan la representatividad que tienen en sus distritos, no sólo como una cuota”, señaló.
Isabel Merlo Talavera (PRI) destacó que, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2021, en el país se cometieron menos delitos contra hombres que contra mujeres por cada 100 mil habitantes: 246 en varones y hasta 3 mil 140 delitos sexuales contra ellas.
Patricia Valencia (PAN) consideró que cada uno de los tres Poderes y la sociedad civil deben hacer su labor para acabar con la violencia.
“Considero que lo que hace falta es que sigamos haciendo conciencia, no cansarnos, no desfallecer, sino continuar, haciendo esa conciencia que hace falta para que poco a poco se vaya erradicando la violencia”, apuntó.
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