Jesús Peña
Con el regreso a clases presenciales este 2022, tras año y medio de clases virtuales, se identifica a 30% de estudiantes de 13 a 22 años de edad padece fobia social, 10% miedos infundados y 10% más tiene ansiedad, mientras que 50% se integra en forma adecuada.
Así lo expuso Dulce María Pérez Torres, investigadora de la Facultad de Psicología de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), al presentar resultados del análisis “Estado emocional de los mexicanos en la postpandemia”.
Indicó que, en general, cuatro de cada 10 personas presentan y transmiten problemas de socialización a raíz de la crisis sanitaria por COVID-19.
“Hay miedo y ansiedad por contagiarse, por la pérdida de un ser querido o por la pérdida del empleo. Decir a los hijos ‘no te juntes con tal persona’, en lugar de pedirles que no compartan objetos personales perjudica. Pasaba hasta en las empresas con controles de salubridad altos, por ejemplo, en Volkswagen cuando un trabajador se ausentaba lo primero que se pensaba es que había muerto”, señaló.
En escuelas, los adolescentes resultaron más afectados: para muchos de ellos la tecnología, en específico el celular, se convirtió en su único contacto con el exterior, creando un lenguaje pobre, roto e incomprensible, lo cual afecta a la lógica, genera problemas de lectura y comprensión, que se convierten en retos mayores para el docente.
Es de recordar que durante las primeras tres olas de la pandemia, los estudiantes tuvieron clases a distancia y por televisión con el programa “Aprende en casa”, con problemas por falta de conexión a internet, porque muchos padres no pudieron reforzar la enseñanza; incluso la SEP federal nunca dio un balance de resultados, pero fue evidente la deserción escolar.
Por ello, la especialista Pérez Torres hizo un llamado a disminuir el uso del celular en casa y platicar más en familia; volver a escribir a mano en lugar de teclear con los pulgares textos que a veces son predeterminados; desarrollar ideas en que impere el sentido común y no frases, abreviaciones o emojis.
Destacó que el regreso a clases presenciales evidencia menos contacto físico –besos y abrazos– pero también falta de equilibrio en tres áreas básicas para el ser humano: lo espiritual, lo social y las actividades escolares/laborales.
Agregó que este estrés postraumático es clínicamente significativo al tratarse de 40% de la población.
Dijo que la pandemia saca lo peor y lo mejor del ser humano: se incrementó la violencia familiar, hay indiferencia por los demás y hasta conflictos bélicos que sacuden al mundo.
Y, por otra parte, se derrumbaron muros entre integrantes de familias, padres e hijos fortalecieron lazos, así como algunas parejas. La salud se convirtió en prioridad y los adultos mayores también tomaron más importancia para sus familiares.