El presidente del Consejo de Comerciantes del Centro Histórico, José Juan Ayala Velázquez, calculó que unas 8 mil familias son las que dejan de percibir un ingreso, a consecuencia del cierre de varios negocios en el primer cuadro de la ciudad de Puebla y que se derivó por el COVID-19.
Destacó que urge un acercamiento con el ayuntamiento de Puebla para conocer cómo se ayudará a estas personas que son el sustento de sus familias pero que no tienen ingresos a consecuencia de la pandemia.
Mencionó que los empresarios enfrentan dificultades para sortear la renta de los negocios, que van desde 7 mil pesos y en algunos casos alcanzan los 300 mil pesos, situación que provoca una proliferación de varios letreros que dicen “se renta”.
Reiteró que hasta ahora van 300 negocios que no volverán abrir sus puertas, dejando en claro que por semana y mientras dura la contingencia, habría 100 locales que también están destinados a fracasar.
“Es un hecho que 300 negocios no volverán abrir sus puertas, son pequeños negocios y es un hecho que nos está afectando a todos. Si las cosas siguen así, al menos serán otros 200 locales los que cierren sus puertas de manera definitiva durante la pandemia”.