Diana López Silva
El riego de al menos 20 mil hectáreas de cultivo de 17 municipios que son beneficiados de la presa Manuel Ávila camacho, conocida como Valsequillo, se encuentra en riesgo de pérdida, lo que representa más de 900 millones de pesos, tras los bajos niveles de agua que se mantienen por las escasas lluvias.
En Puebla, siete cuerpos de agua son reconocidos como presas por parte de la Comisión Nacional de Agua (Conagua), sin embargo cinco se usan con fines agrícolas o hidroeléctricos.
Se trata de la presa Manuel Ávila Camacho o Valsequillo, ubicada en Puebla capital; La Soledad, en Tlatlauquitepec; Necaxa, en Juan Galindo; Tenango, en Huauchinango, y Nexapa, en Tlaola, éstas últimas enclavadas en la Sierra Norte del estado. Las cinco presas mencionadas permanecen en correcto funcionamiento y son monitoreadas por el Sistema Nacional de Información del Agua (SINA).
La presa de Valsequillo representa el cuerpo de agua más grande del estado; inició funciones en 1946 y se ubica cinco kilómetros de la capital poblana, específicamente en el sitio denominado Balcón del Diablo; comprende la laguna de Valsequillo, en la que desembocan los ríos Atoyac y Alseseca.
De acuerdo con el Monitoreo de las Principales Presas de México de la Conagua, la presa tiene una capacidad de almacenamiento total de 300 mil 65 hectómetros (100 metros) cúbicos, y a corte del 12 de agosto se encuentra a 21% de su capacidad al albergar 62 mil 710 hectómetros cúbicos de agua.
¿ADÓNDE VA EL AGUA DE RIEGO?
El agua de la presa atraviesa 22 municipios del estado, donde habitan 2 millones 407 mil 467 habitantes (Inegi, 2019). Sin embargo, sólo es destinada para riego agrícola en los Valles del Puebla Distrito de Riego 030, que comprende 17 municipios y beneficia a 17 mil 675 usuarios, donde son regadas 20 mil 619 hectáreas de chile, frijol, maíz, sorgo y alfalfa.
Los municipios beneficiados con este riego son Atoyatempan, Tecali, Tecamachalco, Santa Isabel Tlanepantla, Molcaxac, Tehuacán, Tepanco de López, Tlacotepec de Benito Juárez, San José Miahuatlán, Xochitlán Todos Santos, Huitziltepec, Tepeyahualco, Huixcolotla, Tochtepec, Yehualtepec, Cuapiaxtla y Santo Tomas Hueyotlipan.
De acuerdo con la Estadística Agrícola en Distritos de Riego, al corte del primer ciclo del 2020 (primavera-verano), fueron sembradas 132 hectáreas (ha) de chile, 447 ha de frijol tipo alubia, 577 ha de sorgo, 4 mil 239 ha de alfalfa; mientras que el cultivo de mayor riego con agua proveniente de la presa de Valsequillo fue el de maíz, con 15 mil 224 ha.
Lo anterior, representó una cosecha de 506 mil 12 toneladas, que se traducen en 940 millones 183 mil 248 pesos.
Al cierre del primero de los dos ciclos agrícolas de este año, la Conagua señaló que la presa operaba de forma correcta, por lo que el cierre de las compuertas se realizó de acuerdo al Plan de Riego con regularidad, por lo que se espera que con las lluvias de septiembre exista suficiencia para la distribución de agua destinada al riego agrícola para el segundo ciclo (otoño-invierno).
No obstante, el registro de la presa no había sido tan bajo desde hace una década.
Cabe señalar que el cultivo de riego proveniente de la presa de Valsequillo representa el 13.5% del total de superficie de riego agrícola en el estado que se cultiva bajo condiciones de riego temporal.
De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial del estado, en total son un millón 119 mil 55 hectáreas destinadas al cultivo agrícola, de las que 152 mil 408 son cultivadas por riego temporal.
LA PANGA SUSPENDE OPERACIONES
Debido a la ubicación de la presa Manuel Ávila Camacho, a través de un medio de transporte conocido como “la panga” se comunican las comunidades de Los Ángeles Tetela, La Libertad Tecola, El Aguacate; así como el municipio de Huehuetlán El Grande con la junta auxiliar de San Baltazar Tetela.
La panga es una especie de lancha en la que vehículos son transportados de un lado a otro.
Debido al bajo nivel de agua registrado desde hace tres semanas, la panga lleva 15 días funcionando de forma esporádica, por lo que se estiman pérdidas de hasta 78 mil pesos.
Este fenómeno no se había visto desde noviembre del 2017, cuando la panga dejó de funcionar una semana debido a fallas mecánicas.