La aplicación de la vacuna contra la COVID-19 a 20% de la población en México, representado por las personas adultas mayores, reducirá 80% la mortalidad por esta causa, de acuerdo con el análisis del Grupo Técnico Asesor en Vacunación (GTAV) de México, conformado por expertos en materia de inmunología, vacunación, infectología, sociología, sistemas y economía de la salud.
Por ello, la Política Nacional de Vacunación contra el virus SARS-CoV-2 contempla a las personas adultas mayores como grupo prioritario, para generar un impacto en la reducción de la mortalidad.
La vacunación en personas adultas mayores de zonas rurales es un acto de justicia social y equidad, ya que si se contagia una persona que vive en estas áreas la capacidad de respuesta es limitada, debido a la infraestructura disminuida que las pone en mayor riesgo, explicó Ruy López Ridaura, director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece).
Asimismo, ante la limitada capacidad de producción de vacunas por parte de las farmacéuticas, y con el objetivo de incrementar la eficacia del operativo, “se ha privilegiado la cobertura total de zonas rurales, que una proporción pequeña, menor a 10 por ciento, en regiones urbanizadas”, añadió.
Es necesario avanzar en las 32 entidades federativas. “No podíamos dedicar todas las vacunas solamente a una ciudad cuando la mortalidad es alta en personas adultas mayores de prácticamente todas las ciudades”, de ahí que los embarques se distribuyan en todo el país, dijo.
No obstante, el plan de vacunación avanza simultáneamente en zonas rurales y urbanas conforme aumenta la cantidad de vacunas que llegan al país, como ha ocurrido con la aplicación de la vacuna en alcaldías de Ciudad de México y Ecatepec, municipio conurbado con una de las mayores tasas de mortalidad.
El director general del Cenaprece recordó que hay vacunas que operativamente facilitan su manejo en zonas rurales como AstraZeneca y Sinovac, en tanto que Pfizer-BioNTech y Sputnik V se distribuyen preferentemente en zonas urbanas.
De acuerdo con el calendario de recepción de vacunas, se prevé que entre marzo y abril se habrá vacunado a todas las personas adultas mayores que aceptaron la aplicación de la vacuna, y probablemente 60% de ellas cuente con la segunda dosis.
El primer caso de COVID-19 en México fue confirmado el 28 de febrero de 2020. En este sentido, hasta el 26 de febrero de este año 955 mil 269 adultos mayores ya recibieron la primera dosis de vacuna.
La política nacional de vacunación contra COVID-19 toma en cuenta cuatro ejes de priorización: edad de las personas, comorbilidades personales, grupos de atención prioritaria y comportamiento de la epidemia.