Con bajas visitas en atractivos turísticos de Puebla y el sector hotelero en el fondo de su peor crisis, arranca la temporada vacacional de Semana Mayor.
La crisis en los negocios turísticos generada por la pandemia de coronavirus, que también agravó la económica y, por tanto, de empleo, se resiente en empresarios y trabajadores del ramo.
En tanto, los consumidores activos y potenciales reciben mensajes contradictorios de quedarse en casa y vacacionar con desplazamientos.
HOTELES VACÍOS
Este año comenzó con ocupación hotelera de 8.71%, insuficiente para cubrir nóminas y mantenimiento.
Ese es el reporte de la secretaría federal de Turismo, que midió en febrero 11.49% de ocupación en toda la entidad.
Insano para el sector, pero el panorama mostró recuperación, al compararse con mayo de 2020, el peor mes de la historia de la hotelería en la entidad, con sólo cuatro habitaciones ocupadas por cada 100.
La Semana Santa del mismo 2020, del 5 al 12 de abril, le siguió como peor temporada.
Las cosas eran diferentes antes de la pandemia. En enero de 2020, estaba ocupado 44.5% del cupo de hoteles.
Pero el coronavirus cambió todo: a finales del año pasado, incluidas las estancias decembrinas, se llegó a una ocupación del 14.89%.
Esto se encuentra en el extremo opuesto a los números que registraba con regularidad la temporada de vacaciones: en la Angelópolis se ocupaban nueve de cada 10 habitaciones disponibles. En el interior del estado, 75 de cada 100.
Para afrontar la Semana Mayor, en los Pueblos Mágicos se espera más afluencia, pero los cálculos son conservadores: apenas 15 por ciento de ocupación.
El presidente de la Asociación Poblana de Hoteles y Moteles, Manuel Domínguez Gabián, expresó que normalmente en temporada vacacional de días santos los hoteles presentaban una ocupación de hasta el 90 por ciento en la capital y un 75 en el interior del estado.
La afluencia, esta vez, no llega ni a la mitad del aforo permitido por las normas sanitarias, que lo fijan en 30%.
Agregó que no hay planes ni apoyos para el sector, ni una campaña de turismo, aunque los precios están a la mitad.
Exhortó a los habitantes de Puebla a realizar turismo, desplazarse y cumplir con las medidas de sanidad y a respetar los aforos permitidos, para evitar más contagios.
Con el bolsillo quebrado, no hay ni plan
La falta de dinero es factor decisivo para evitar hacer planes de viaje estos días feriados, además de precaver contagio de COVID-19.
Paola Rojas no irá a ningún lado. No porque tenga miedo de enfermar, sino porque la “cuesta de enero” continúa y no tiene suficiente presupuesto para vacacionar.
Con su esposo, acordó no viajar; solo irán a “dar la vuelta” a las plazas comerciales de la Angelópolis.
“Queríamos irnos unos días, al mar tal vez. La verdad es que, si lo necesitamos, pero no tenemos para irnos. Con los gastos de diciembre que vamos arrastrando y los normales, no da”, comentó.
La esperanza de que mejorara la situación económica y, con ello, el presupuesto familiar, no se cristalizó en su familia.
Carlos Morales apuntó que el temor al contagio es más fuerte que sus ganas de ir a descansar a otro sitio, puesto que considera más caro enfermarse que quedarse en casa.
“Sí quiero; ganas dan de salir de la ciudad, pero imagínate: me enfermo y luego ya no la cuento. Dicen que puedes viajar, cuidarte y no pasa nada, pero no quiero arriesgarme”, explicó.