Álvaro Ramírez Velasco
Aunque las autoridades aseguran que los días más graves de la pandemia en Estados Unidos y su epicentro, Nueva York, ya están pasando, el coletazo económico pegará muy directamente en Puebla, sumándose al duelo y la preocupación de muchas familias en el estado, que dependen de las remesas que envían sus familiares.
La aritmética simple, con base en las cifras oficiales, nos muestran que el flujo ordinario promedio de un mes de remesas es de más de 145 millones de dólares, las cuales han quedado gravemente comprometidas desde que comenzó la emergencia en el país del norte, a principios de abril.
Los reportes de los medios regionales de Puebla señalan que las largas y tradicionales filas en las casas de envío de dinero se han visto disminuidas durante la pandemia.
En el estado, la mano de obra poblana que va a Estados Unidos sale principalmente de 64 de los 217 municipios,
la mayoría pertenecen a la Mixteca. Esos municipios, por lógica, tienen en los envíos de dinero su motor económico y su sustento.
De acuerdo con el Banco de México (Banxico), 2019 cerró para Puebla con una captación total de mil 763.01 millones de dólares por concepto de remesas familiares, el mayor monto desde que hay registros.
El golpe económico que viene se prevé de dimensiones graves.