Diana López Silva / Mariana Flores
Si el gobierno federal no destinó recursos para sustituir al demolido hospital IMSS San Alejandro, el que está previsto construir en Amozoc “corre el riesgo de volverse un elefante blanco”.
Eso alertó la diputada local Aurora Sierra (PAN), luego que este diario, en su edición de ayer, dio a conocer que la Federación no ha presupuestado ni un peso para remplazar el hospital afectado por los sismos de 2017.
Como se sabe, el IMSS determinó que, para sustituir las 456 camas que ofrecía el hospital de San Alejandro –el más grande de América Latina, con serviciosde espeialidades–, se construirían otros cinco: dos en Puebla capital, uno en Tehuacán, otro en Huauchinango y uno más en Amozoc.
Para este último, el Congreso del Estado aprobó el 21 de octubre del 2021 la donación de un predio de 35 mil 513 metros cuadrados.
El plan consistía en que en ese Hospital General de Zona hubiera 11 unidades de medicina familiar y 260 camas, más quirófanos y cuidados intensivos.
Pero la demolición de San Alejandro se demoró por casi tres años para ser finalizada y no hay recursos en el Presupuesto de Egresos para edificación.
Desde la Comisión de Salud del Congreso de Puebla se alistan exhortos para que el gobierno federal asigne más presupuesto para la obra, indicó la panista Sierra.
Además de presupuesto, no hay proyecto ejecutivo para la construcción de nuevo hospital.
La diputada local lamentó que las consecuencias de esta falta de recursos las padezcan los derechohabientes del IMSS.
Al ser un asunto del ámbito federal, apoyó los exhortos que realizan los diputados federales de su partido, Mario Riestra y Genoveva Huerta, en la Cámara baja, para asignación de presupuesto.
“Seguimos necesitando de los diputados federales para pedir esas partidas y acelerar el apoyo en la margarita esto accede las competencias del gobierno del congreso del estado voy a hacer muy incisiva en eso para solicitar más partidas presupuestales para Puebla”, aseguró.
Sobre el hospital planeado en Amozoc, lamentó que no haya seguimiento del proyecto.
“Se podrá tener el predio, pero sin los recursos existe el riesgo de que se vuelva un elefante blanco y seo afectará a los poblanos”, alertó.
Exigen recursos urgentes para La Margarita
Porque la falta de recursos para mantenimiento efectivo ha provocado accidentes y fallas graves en el Hospital IMSS La Margarita, el diputado federal Mario Riestra Piña (PAN) exigió a ese instituto federal financiamiento urgente.
Propuso un Punto de Acuerdo ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en el que denunció tres accidentes –ayer mismo, el más reiente– ocurridos en elevadores que lesionaron a dos personas y ponen en grave riesgo a los usuarios del hospital que está rebasado en su capacidad.
“Se encuentra en completo olvido y descuido”, argumentó.
En el documento, documentó la caída de al menos dos pisos de un elevador, el 24 de junio, que lesionó a dos trabajadores, evento minimizado por la delegada Estatal del IMSS, Aurora Treviño.
Refiró que el 27 de junio otra falla dejó a personas atrapadas.
El 12 de julio, fugas de agua afectaron la planta baja del hospital.
Riestra Piña, calificó como urgente el mantenimiento de las instalaciones del hospital, a fin de respetar, proteger y garantizar el derecho a la salud de los derechohabientes.
“La saturación, el desgaste, la falta de mantenimiento y los evidentes riesgos” son evidentes, agregó.
Crónica Puebla reportó que de los seis elevadores del Hospital de la Margarita, solo uno se encuentra en óptimas condiciones, lejos de donde se acumula la mayor parte de pacientes y personal.
Las tuberías de gas y agua están deterioradas, testificaron empleados que han padecido las fallas.
El IMSS de la Margarita recibe diariamente a por lo menos tres mil personas, con atención de pacientes de alta especialidad que eran atendidos en el IMSS de San Alejandro, recientemente demolido.
También es el único hospital IMSS que atiende a mujeres con riesgo obstétrico; así como las consultas regulares y finalmente a contagiados de COVID-19.
El propio instituto, reconoció en marzo pasado que el hospital estaba rebasado y requería “estrategias para desahogar la saturación”.