Diana López Silva
Productores de San Rafael Tlanalapan aseguran ser guardianes del chile poblano original.
Con orgullo, los agricultores luchan por defender y preservar las formas tradicionales del cultivo de este producto, que es materia principal de los chiles en nogada de esta temporada del año y el mole de la región.
La junta auxiliar, perteneciente a San Martín Texmelucan, Puebla, mantiene el cultivo tradicional del chile poblano, que, en combinación con su suelo enriquecido con minerales del volcán Popocatépetl, crea un chile famoso por su sabor, picoso y dulce a la vez.
EL SUSTENTO DE LA FAMILIA
Pedro Parra Vargas es productor de chile poblano o chile de tiempo en San Rafael Tlanalapan desde que tenía ocho años de edad.
Lamentó que el primer obstáculo que enfrenta es la falta de apoyo, pues explica que actualmente es más difícil encontrar personal para trabajar el campo. Además, de sus dos hijos, a uno no le gustó el campo y ahora radica en Sinaloa y Zacatecas, donde se dedica al comercio de tomate.
Otras dificultades son las condiciones del tiempo y plagas que, dice, “hace 50 años no había”.
Pese a ello, Pedro Parra comenta que el año pasado vendió casi tres toneladas de chile.
De acuerdo con las autoridades, Tlanalapan cuenta con una superficie aproximada de 60 hectáreas de cultivo y en promedio produce 20 toneladas de chile poblano por hectárea.
LA MAGIA DE SAN RAFAEL
Alejandro Calixto Pérez, fundador de la Feria del Chile Poblano en San Rafael Tlanalapan, comentó que es común que las familias de la localidad se dediquen al cultivo de este producto y a su venta, ya sea fresco durante la temporada de cosecha o seco el resto del año.
Señaló que es más caro porque es un producto de temporada, a diferencia del chile poblano comercial que se vende en los mercados todo el año.
“Hay mucho en el comercio normal, pero hay una magia en San Rafael Tlanalapan, en los terrenos de nuestros campesinos, y es donde convergen. Cuando el Popo lanza tanta ceniza, no es otra cosa más que alimento y sabor para nuestras tierras”.
Detalló que en Tlanalapan el trabajo inicia desde diciembre, “cuando ellos tienen que seleccionar primero la semilla y buscan los chiles secos más grandes; para enero ya tienen la semilla y el día 2 de febrero se lleva a la iglesia para que el sacerdote pueda bendecirla y pedirle a Dios que la cosecha sea muy buena”.
En febrero es la siembra: “tapan las canoas con jarilla para que no le pegue el hielo; por ahí de marzo ya nació y en mayo ya la están trasponiendo en los terrenos, a esperar a que Dios nos ayude para que no haya mal tiempo, porque todo este producto se genera a cielo abierto”, explicó.
SABOR ÚNICO
Indicó que el chile de Tlanalapan tiene un costo 25% más alto que el producto comercial.
Calixto Pérez explicó que, además de factores climáticos, lo que más lastima la economía de los campesinos es el costo de producción, “desde el barbecho –la tierra de cultivo se deja sin sembrar durante uno o varios ciclos vegetativos– hasta poder conseguir el producto”.
Agregó que otro factor es la competencia de las grandes compañías que hacen los procesos mecánicos, en especial las extranjeras; “porque veníamos a la central de abasto de Puebla y teníamos que competir con los productores gigantes de Asia; por ejemplo, los chinos, o con otros productores que utilizan tecnología, que sí la podríamos tener, pero perdería sabor nuestro producto”.
Reconoció que han recibido consejos de agrónomos e ingenieros para tecnificar los procesos, sin embargo “nosotros les decimos que si lo hiciéramos de otra manera sería tan comercial y tan simple como el que está en el mercado y no lo queremos hacer, queremos prevalecer esta cultura de cuidar las tradiciones en el cultivo del chile poblano”.
Destacó que en Tlanalapan “preparan la tierra con abono orgánico y todo eso hace la diferencia para que tengamos un producto con exquisito sabor. Para nosotros es cuidar la tradición, cuidar el sabor y cuidar la esencia del fruto”.
Informó que la temporada del chile poblano abarca julio, agosto y septiembre, justamente la temporada de chiles en nogada, y después de octubre lo venden seco para mole.
En agosto, edición 19 de la feria
Este año se celebra la edición número 19 de la Feria del Chile Poblano en San Rafael Tlanalapan, donde se vende el producto fresco o seco.
Jessica Ramírez López, presidente de la junta auxiliar, informó que la región se prepara para recibir a compradores de diferentes municipios que hacen ferias de chile en nogada.
Precisó que hay alrededor de 60 productores en Tlanalapan; algunos de ellos han emprendido con la creación de marcas de mole y hasta licor de chile.
La edición 19 de la feria se llevará a cabo los días 25, 26 y 27 de agosto en esta comunidad de San Martín Texmelucan, Puebla.