La Secretaría de Salud recomienda a la población no consumir productos «milagro” para supuestamente contener el contagio por COVID-19, como el dióxido de cloro, que es utilizado por algunas personas vía oral o parenteral, enfatizó el director de Salud Pública y Vigilancia Epidemiológica, José Fernando Huerta Romano.
Durante la videoconferencia de prensa que presidió el gobernador Miguel Barbosa Huerta, el funcionario señaló que la ingesta de dicho producto puede representar un riesgo para la salud, ya que no cuenta con potencial de curación o prevención del virus, por lo que llamó a las y los poblanos a no consumirlo, pues causa efectos adversos en distintos órganos y provoca edema pulmonar en los seres humanos.
Cabe señalar que el consumo de este tipo de brebajes quedó al descubierto luego de que trascendió la venta de «medicina» basada en dióxido de cloro en el municipio de Rafael Lara Grajales.
Las autoridades sanitarias refirieron que tanto esta mezcla como el clorito sódico reaccionan rápidamente en los tejidos humanos y, si se ingieren pueden causar irritación de la boca, el esófago y el estómago, con un cuadro digestivo irritativo severo, con la presencia de náuseas, vómitos y diarreas, además de graves trastornos hematológicos (metahemoglobinemias, hemolisis, etc.), cardiovasculares y renales.
Adicionalmente, la inhalación a través de nebulizadores puede generar edema pulmonar, broncoespasmos, neumonitis química y edema de glotis e incluso producir la muerte si las exposiciones están por encima del valor límite de exposición profesional.
La exposición prolongada puede dar lugar a bronquitis crónica y erosiones dentales. Las concentraciones elevadas pueden ocasionar efectos adversos en distintos órganos.
Por ello que la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios de los Servicios de Salud del Estado de Puebla (DPRIS), vigilará la comercialización y promoción de productos con supuestas propiedades terapéuticas para la COVID-19 a través de los medios de comunicación, con el fin de implementar las acciones correspondientes.
Se recomienda a la población:
o No consumir dióxido de cloro o clorito de sodio por vía oral, parenteral
o por cualquier vía.
o En el caso de haber consumido dióxido de cloro o clorito de sodio por vía oral, parenteral o por cualquier vía o de presentar alguno de los síntomas antes mencionados, deberá acudir de manera urgente a su centro de salud más cercano e informar todos los detalles que permitan tener un diagnóstico y un tratamiento para su atención inmediata.
A las personas físicas o morales que fabriquen, comercialicen o distribuyan dióxido de cloro o clorito de sodio para consumo humano “terapéutico”, por vía oral, parenteral o por cualquier vía:
Deberán abstenerse de dichas actividades, toda vez que, tal y como se expuso en líneas anteriores, el consumo humano de productos que contienen dióxido de cloro o derivados, mismos que se han promocionado como “terapéuticos” para la cura de diversas afecciones, no cuentan con ninguna evidencia científica sobre su eficacia, por lo que su consumo pone en riesgo la salud de las personas.