Entre la incertidumbre generada por el posible repunte de COVID-19 y la profunda crisis económica, el sector turístico poblano dibuja un escenario de habitaciones vacías, cierre de establecimientos y nula recuperación de empleo para este fin de año, sin importar que hoy sus precios están al mínimo.
La ocupación se proyecta en 24 por ciento por la temporada vacacional decembrina, mientras que en 2019 era de 57%.
PÉRDIDA DE EMPLEO
La situación es critica para el sector hotelero, la pandemia cobró ya 5 mil empleos de los 7 mil 500 directos que genera en la entidad, es decir 66.66%.
Manuel Domínguez Gabián, presidente de la Asociación Poblana de Hoteles y Moteles, aseveró que al menos 20 hoteles tuvieron que cerrar sus puertas durante la pandemia por falta de liquidez, mientras que otros 10 están aguantando a que llegue 2021, pero sin muchas esperanzas.
Sostuvo que los empresarios bajaron el costo promedio de habitación de 800 pesos por noche a 400 ó 350 pesos, situación que agrava sus finanzas a largo plazo.
Además, los dueños de los hoteles tuvieron que invertir para cumplir con los protocolos de sanidad. Los pequeños lugares desembolsaron de 20 mil a 25 mil pesos, pero los grandes destinaron hasta 150 mil.
Domínguez Gabián comentó que muchos hoteles dependen de los congresos, encuentros sociales y convenciones, los cuales están restringidos.
DESPLOME
Datos de la Secretaría de Turismo federal reportaron que durante 2019 Puebla tuvo una ocupación hotelera promedio de 54 a 58 por ciento, mensualmente, mientras que en 2020, entre abril y octubre, los meses de la pandemia por coronavirus, la ocupación bajó a cuatro por ciento y de ahí no ha alcanzado ni 15 por ciento.
DataTur revela que de enero a septiembre se ha tenido una ocupación de 25.4%, cuando en 2019 el promedio fue 60.3%.
ADAPTACIÓN
“Nadie estaba listo para una situación como esta y menos que dudará tanto tiempo”, expresó Roberto Rodríguez Martínez, quien con su familia es dueño de tres moteles –dos en Amozoc y uno en los límites de Puebla–.
En entrevista para Crónica Puebla, reconoció que mantener el negocio durante los últimos meses no ha sido fácil, debido a las medidas de sanidad.
“Tuvimos que invertir un 30% más de nuestros gastos de operación para cumplir con los decretos estatales, cumplir con la capacitación, comprar insumos, optimizar nuestra forma de trabajo para poder mantenernos en el mercado”, apuntó.
Además, tuvieron que cerrar dos meses uno los inmuebles, lo que significó pérdidas económicas no previstas.
Rodríguez Martínez agregó que las expectativas para el siguiente año son complicadas, debido a que depende de las disposiciones oficiales y del desarrollo del coronavirus en país, por lo que ahora están enfocados en seguir manteniendo operaciones.