Texto: Jesús Peña / Fotos: EFE y Agencia Enfoque
Ante la pandemia de coronavirus hay dos opciones: cooperar entre todos para salir adelante o entregarse al frenesí del “que sea lo que Dios quiera”. Esa es la diferencia entre Seúl y Puebla.
En fotos difundidas por la agencia EFE se observa un día normal por las calles de la capital de Corea del Sur, con gente haciendo filas, guardando la sana distancia, con cubrebocas y –en especial– sólo quienes deben salir.
Ello no les quita el espíritu navideño, pues hasta el personal de atención al público extrema las precauciones, con guantes y sanitizante, sin olvidar el traje de Santa Claus.
¿Dónde radica otra diferencia, tal vez la más abismal? Los censos de 2010 en Puebla y de 2011 para Seúl nos dicen que mientras en la Angelópolis vivían 1.5 millones sobre 534 kilómetros cuadrados, allá eran 9.7 millones sobre 605 kilómetros cuadrados.
Así que no nos podemos justificar con un “es que ya somos muchos”, es cuestión de disciplina, conciencia y participación cívica.