Por: Guadalupe Juárez
Una de cada 10 niñas, adolescentes y mujeres reportadas como desaparecidas en la entidad poblana durante el año pasado resultó ser víctima de delitos como feminicidio, privación ilegal de la libertad, sustracción de menores y trata de personas.
Lo anterior de acuerdo con el Registro Hemerográfico 2020 de Desaparición de Niñas, Adolescentes y Mujeres en Puebla, elaborado por el Observatorio de Violencia de Género en Medios de Comunicación (Ovigem) y el Consejo Ciudadano de Seguridad de Seguridad y Justicia del Estado de Puebla.
En el recuento hemerográfico hallaron 223 casos de desaparición de niñas, adolescentes y mujeres en la entidad entre enero a diciembre de 2020, lo que representa un incremento de 34% con respecto a un año antes.
La mayoría de los casos de desaparición registrados se concentran en niñas y adolescentes de entre 10 y 19 años de edad, pues representa 51% de los reportes, por lo que éste es considerado el grupo con mayor vulnerabilidad.
El segundo grupo con más casos es el de jóvenes de entre 20 y 29 años de edad, que concentra 22% de las denuncias registradas el año pasado.
Los municipios con las tasas de incidencia más alta en desaparición de niñas, adolescentes y mujeres son Tlacotepec de Benito Juárez con 27.6 por cada 100 mil mujeres; Coronango, con 21.0; Venustiano Carranza, con 13.3; Acajete con 13.2; Santiago Miahuatlán y Amozoc con 12.4.
Las desapariciones ocurrieron en 21 municipios y 60 fueron localizadas, 85% de ellas con vida y 15% muertas.
En la información analizada, en 96% no encontraron elementos para determinar si antes de la desaparición hubo antecedentes de violencia, sólo en ocho casos pudieron identificarlo.
En ese sentido se dieron cuenta de que la violencia familiar fue la principal razón de que en ocho casos las niñas, adolescentes y mujeres se fueran de casa, como pasó con dos adolescentes de 13 y 17 años, pues una de ellas presentaba signos de violencia.
VÍCTIMAS DE DELITOS
De las mujeres reportadas como desaparecidas, identificaron que en 30 casos fueron víctimas de uno o más delitos.
En 15 casos fueron víctimas de feminicidio, identificadas así porque en cuatro de ellos vincularon a proceso a los responsables y en 10 por las condiciones en las que encontraron sus cuerpos.
En seis de privación ilegal de la libertad, sólo en cuatro fueron localizadas con vida; en cinco casos fue sustracción de menores y sólo en uno se activó la Alerta Amber.
En dos fueron víctimas de desaparición de persona y los responsables fueron vinculados a proceso, uno de ellos pertenecía a una corporación policial.
En un caso fue víctima de trata de personas, en el que la familia señaló a la expareja sentimental como el principal sospechoso de la desaparición.
En otro fue víctima de homicidio calificado, en el que fueron vinculados a proceso a ocho personas y una más de feminicidio en grado de tentativa, por el cual hubo una persona vinculada a proceso.