Mientras olas de calor azotan este lado del Atlántico, en Europa las temperaturas bajas hielan a Rusia y sus vecinos y a España llevan una onda gélida con un mar furioso que azota las costas.
La lluvia se precipita desde las primeras horas de la mañana, mientras en el continente Americano la escasez y la sequía se extienden por los territorios.