Un mes después de la reanudación progresiva de la actividad económica en Italia, el país con una larga costa mediterránea abrió nuevamente sus fronteras al turismo de la Unión Europea, aunque con nuevas normas para prevenir, en medida de lo posible, contagios de COVID-19.
Las autoridades italianas dieron a conocer que este día, además de permitir la entrada a otros europeos, consentirá la movilidad a nivel nacional para tratar de reactivar el turismo, pues se espera salvar este sector clave de la economía con la llegada del verano.
De acuerdo con El Comercio, los vuelos internacionales se reanudarán únicamente en tres grandes ciudades: Milán, Nápoles y Roma; además, los turistas no tendrán que aislarse por catorce días, a menos que hayan viajado recientemente desde otro continente.
Aunque se permita nuevamente la libre circulación entre las regiones, se mantienen las prohibiciones de grandes congregaciones y la obligación de llevar mascarilla en los lugares cerrados, así como en el transporte público.
En el caso del Coliseo de Roma y los Museos del Vaticano, desde el lunes ya reciben visitantes, al igual que las góndolas, que ya pueden navegar en los canales de Venecia.
Sobre la crisis sanitaria que pasa el país debido a la COVID-19, el presidente Sergio Mattarella alertó que, aunque ya se permitan los aspectos antes mencionados, esta ‘no ha terminado’, y elogió la unidad de los ciudadanos ante el coronavirus, al cual calificó como un ‘enemigo invisible’.
Con información de Milenio, La Vanguardia y El Comercio
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