De uno en uno, de tres en tres, miraron hacia arriba. Se fue silenciando el ruido de cláxons y conductores, peatones y gente a dos ruedas. Supieron por qué los de adelante redujeron la velocidad: la Avenida Independencia estrenó la mañana de ayer el cielo patrio que desde la tarde del miércoles fue colocado, listón por listón, en pasacalles que reproducen la bandera mexicana en diseño vertical. Entonces, detenidos o en movimiento, algunos automovilistas y caminantes ensayaron el encuadre con los teléfonos y se desplazaron para encontrar el efecto idóneo o la vista perfecta. Por primera vez, el adorno supera luces y escarcha.
Texto y fotos: Liz Romero, de Agencia Enfoque