Juan Martín Pérez, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) dio a conocer que, de cada 100 carpetas de investigación en delitos contra niños, niñas y adolescentes, 97 quedan impunes debido a una mala integración de los documentos.
El titular agrego que, debido a una visión machista adultocéntrica de los funcionarios, se exponen las garantías de los derechos humanos.
“Un ejemplo muy lamentable es que se le cree a la voz de las personas que particularmente tienen dinero, tienen poder o son famosos, frente a la voz de niñas, niños que suelen criminalizarlos”, enfatizó.
Luego de que saliera a la luz el caso del diputado federal Benjamín Saúl Huerta Corona, acusado de violación contra menores de edad, el director del organismo dijo que se deben evitar las omisiones por parte de las autoridades.
En días pasados, el morenista fue detenido y posteriormente liberado en un hotel de la colonia Juárez en la Ciudad de México, luego de que un menor de 15 años lo acusara de violación.
En redes sociales se filtraron diversos audios y mensajes con los que l diputado enganchaba a los menores, así mismo se revelaron audios de conversaciones con la mamá de una de las víctimas.
Martín Pérez enfatizó que la filtración de información debe castigarse, señalo que hay periodistas que por conseguir la nota filtran algún elemento de la carpeta de investigación o elementos que no tiene nada que ver con el proceso lo que se considera una violación a las garantías de los agresores.
De igual modo puntualizo que, la filtración de información de una carpeta en el Ministerio Público es un delito, en el cual también están involucrados funcionarios; y descartó que la solución sea aumentar las sanciones por los delitos contra menores de edad.
“El 97 por ciento de impunidad está vinculado con una mala actuación del Ministerio Público; de nada nos sirve agregarle 50 o 100 años a la sentencia, porque 97 porciento de casos no llega a una sentencia”, señalo.
El titular menciono que se necesita mejorar y dedicar grandes esfuerzos a la procuración de justicia, a la investigación y a la construcción sólida de carpetas de investigación.
Agrego que también hay situaciones en donde el juez se pone demasiado exigente en algunos puntos y el MP no los puede cumplir con sus labores.
Martín Pérez reconoció que hay muchos casos, en los que la víctima se ve intimidada y no quiere seguir participando en la investigación. (La Crónica de Hoy)