INFORMACIÓN DE LOS INVESTIGADORES MONSERRAT GERARDO-RAMÍREZ,
JESÚS ZAVALA-CASTRO Y LUIS ENRIQUE GÓMEZ QUIROZ
El periodo que abarca la intervención francesa, desde el desembarco de las tropas europeas (1861) hasta el fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo (1867) es fascinante para tres investigadores que creen que la presencia de enfermedades como el tifo sacudieron a México y a Puebla y moldearon su visión de la medicina y cómo combatir las epidemias.
Tanto en la Ciudad de México como en Puebla se presentaron casos de tifo en 1848 y continuaron en 1849. La enfermedad se extendió de 1857, año en que fue publicada la Constitución Liberal, siendo presidente de la República Ignacio Comonfort, a 1859. Lo mismo sucedió en 1861, 1862 (año de la Batalla del 5 de mayo) y 1867 (año de la Batalla del 2 de abril), como consecuencia de «los movimientos de grupos militares y civiles en condiciones de insuficientes medios higiénicos», lo que afectó a las tropas mexicanas victoriosas en Puebla.
No solo el general Ignacio Zaragoza, sino también «muchos de sus soldados» y oficiales murieron víctimas del tifo.
Después del triunfo del Ejército de Oriente sobre los franceses, la comunicación entre el general Zaragoza y el presidente Juárez era constante; no había telegrama en que el general Zaragoza no le solicitara recursos económicos para el sostenimiento del ejército, no solo en términos de alimentación, sino también para la atención de enfermedades endémicasque atacaban, además de al ejército invasor, al nacional mismo.
Cuando Cristóbal Colón desembarcaba en tierras del Nuevo Continente, en el sitio de Granada aparecía el tifo como epidemia, como enfermedad de guerra. Y desde entonces acabó, principalmente, con las tropas en todo el mundo.
No se salvó Puebla con la invasión francesa. Pero impulsaron el estudio de la enfermedad con figuras como el doctor Howard Taylor Ricketts, a quien se le debe el descubrimiento de la bacteria que provoca la enfermedad y murió víctima de la misma.
Obligado auge de la ciencia
La investigación médica tuvo que dar tres zancadas para encontrar el remedio a la enfermedad. Lo logró con recursos a la medicina de la época.
El 19 de abril de 1864 se funda la Comisión Científica, Literaria y Artística de México, y el día 30 del mismo mes se lleva a cabo la primera reunión de la Sección de Ciencias Médicas más tarde se convirtió en la Academia Nacional de Medicina.
La sección estuvo dividida en cinco subsecciones: patología, higiene, medicina legal y estadística médica, medicina veterinaria, materia médica y farmacología, y fisiología y antropología. La presidencia estuvo en manos del doctor Carlos Alberto Ehrmann, y la vicepresidencia recayó en el doctor Miguel Francisco Jiménez, profesor de la Escuela Nacional de Medicina.
Entre otros notables médicos de la época que pertenecieron a la sección se puede mencionar al Dr. Rafael Lucio y al Dr. José María Vértiz.
Esta época es una de las más grandes en cuanto a médicos y científicos ejemplares; aunado a los anteriores se puede mencionar a los doctores Lauro Jiménez y Leopoldo Río de la Loza, haciendo aportes importantes en farmacología, entre otros. Uno de los principales logros que tuvo la sección médica fue la publicación de la Gaceta Médica de México, periódico de la sección médica de la comisión científica, que después simplemente sería Gaceta Médica de México, como hasta en la actualidad se llama.
El primer número salió a la luz el jueves 15 de septiembre de 1864, siendo su primer presidente el Dr. Miguel Francisco Jiménez.