La pandemia se quedó con las ganas de sabotear la cita en Guanajuato con el cielo.
Los diseños que conjugan tecnología, mecánica, arte y arrojo despegaron a tiempo para gozo de los sentidos y triunfo de las tripulaciones de las canastillas.
En Tabasco, al menos 300 personas que perdieron el patrimonio bajo el agua rebosada de las presas durmieron anoche en una colchoneta seca. Pero colonias y pueblos siguen anegados.