Dr. José Manuel Nieto Jalil
Director del Departamento Regional de Ciencias en la Región Centro-Sur Tecnológico de Monterrey Campus Puebla
El Sol es la estrella central de nuestro sistema solar y ha sido la fuente de vida en la Tierra durante miles de millones de años. Sin embargo, como todas las estrellas, eventualmente llegará al final de su ciclo de vida y se apagará. ¿Qué les espera a los humanos cuando nuestro Sol deje de brillar?
El Sol se encuentra en la etapa media de su ciclo de vida, que se estima que durará alrededor de 10 mil millones de años. En la actualidad, el Sol está quemando hidrógeno en su núcleo para producir energía, lo que le da a la Tierra y otros planetas en nuestro sistema solar la luz y el calor necesarios para la vida.
Aproximadamente dentro de unos 5 mil millones de años, el Sol consumirá su combustible de hidrógeno y colapsará bajo su propio peso convirtiéndose en una gigante roja, por lo que devorará a los planetas Mercurio, Venus, y probablemente también la Tierra. Finalmente, su envoltura se propagará formando una nebulosa planetaria, en cuyo centro solo quedará un núcleo desnudo, una enana blanca. Definitivamente, cuando el Sol se haya convertido en una enana blanca, si para ese entonces hemos sido capaces de sobrevivir, nuestro futuro dependerá de nuestra capacidad de conquistar otros mundos.
En la actualidad, hay un interés creciente en establecer colonias humanas en otros planetas y satélites, incluyendo Marte y la Luna. Aunque todavía quedan muchos desafíos técnicos y financieros por superar, la tecnología y la investigación continúan avanzando hacia este objetivo. En cuanto a las posibilidades de ciudades en Marte y la Luna, existen varias iniciativas y proyectos en marcha que buscan explorar y establecer asentamientos humanos en estos lugares.
En el caso de Marte, la NASA y otras agencias espaciales han enviado misiones robóticas para estudiar la superficie del planeta y buscar señales de vida. También se han desarrollado planes para enviar astronautas a Marte en la próxima década, con el objetivo de establecer una base permanente allí en el futuro. Estas misiones podrían utilizar recursos locales, como agua y dióxido de carbono, para producir oxígeno y otros recursos necesarios para la supervivencia humana.
En cuanto a la Luna, también hay varios proyectos en marcha para establecer una presencia humana permanente allí. Por ejemplo, la NASA está trabajando en su programa Artemisa, que tiene como objetivo enviar astronautas a la Luna para el año 2024 y establecer una base permanente allí en la década de 2030. Además, varias empresas privadas están desarrollando planes para establecer asentamientos lunares comerciales y turísticos.
En general, aunque todavía hay muchos desafíos por superar para establecer ciudades en Marte y la Luna, la tecnología y la investigación continúan avanzando en esta dirección, lo que sugiere que podrían ser posibles en el futuro. El programa Artemisa de la NASA constituye la antesala de la conquista de otros mundos por el humano. Este programa será la nueva gran aventura que por vez primera creará colonias permanentes de seres humanos fuera de la Tierra. Pocos acontecimientos pueden ser más históricos o trascendentes que convertir a la humanidad en una especie multiplanetaria.
El programa Artemisa tiene previsto utilizar reservas tanto para el mantenimiento de bases como para la producción de combustible de naves con otros destinos, lo que podría convertir a la Luna en una verdadera estación de tránsito en la expansión de los seres humanos fuera de nuestro hogar.
Artemisa incluye un protocolo para el desarrollo de diversas actividades de manera abierta, segura y pacífica al que ya se han adherido Australia, Canadá, Italia, Japón, Luxemburgo, los Emiratos Árabes Unidos y el Reino Unido. Por su parte, China y Rusia, dos importantes potencias espaciales, prefieren mantener una independencia absoluta y han renunciado a participar.
En paralelo, China y Rusia, ya han presentado su plan oficial en conjunto para llegar a la Luna. Ambos países asiáticos han hecho oficial la hoja de ruta con todas las misiones necesarias y marcadas en el calendario para los próximos 14 años. Una hoja de ruta que, de llevarse a cabo según lo estimado, deberán tener como resultado una base lunar permanente en el 2035.
Es importante también destacar que independientemente de que los objetivos prioritarios de las agencias espaciales mundiales sea la reconquista de la Luna y posteriormente el planeta Marte, no podemos perder de vista otros cuerpos planetarios cercanos en nuestro sistema solar también con un gran potencial para la exploración como las lunas de Júpiter y Saturno que pueden ser habitables.
Europa es una de las lunas de Júpiter que ha sido considerada como un posible lugar habitable dentro del sistema solar.
Aunque Europa es un mundo frío y helado, los científicos creen que debajo de su superficie congelada hay un vasto océano de agua líquida. Este océano puede tener una profundidad mayor que cualquier océano en la Tierra y, según los estudios, puede tener una temperatura moderada y ser rico en minerales y nutrientes. Aunque todavía no se ha encontrado vida allí, se están llevando a cabo investigaciones adicionales para estudiar más a fondo esta luna y determinar su habitabilidad potencial.
Por su parte, Encélado, la luna de Saturno, es una de las lunas más fascinantes del sistema solar y una de las más estudiadas por la NASA y otras agencias espaciales. Esta luna es un mundo helado y tiene un diámetro de aproximadamente de 500 kilómetros, lo que la convierte en una de las lunas más pequeñas de Saturno. Una de las características más notables es la existencia de géiseres que emanan de su polo sur. Estos géiseres expulsan vapor de agua y partículas de hielo, lo que indica que hay actividad geotérmica en su interior. Además, se ha descubierto que debajo de su superficie helada hay un océano de agua líquida, lo que sugiere que Encélado podría ser otro lugar en el sistema solar que podría tener vida.
Por otro lado, llevamos décadas buscando signos de inteligencia fuera de la Tierra. El descubrimiento de vida extraterrestre tendría un gran impacto en la humanidad, no solo desde un punto de vista científico, sino también filosófico, social y cultural. Si se confirma la existencia de vida fuera de la Tierra, cambiaría fundamentalmente nuestra comprensión del Universo y nuestro lugar en él.
Desde un punto de vista científico, el descubrimiento de vida extraterrestre sería uno de los mayores avances en la historia de la ciencia. Podría ayudarnos a responder preguntas fundamentales sobre la vida, la evolución, la biología y la física del universo. Además, nos proporcionaría una visión más completa del Universo y de cómo se formó.
Desde un punto de vista filosófico, el descubrimiento de vida extraterrestre podría desafiar algunas de nuestras creencias y suposiciones fundamentales sobre la existencia y la naturaleza de la vida.Desde un punto de vista social y cultural, tendría un impacto en nuestra comprensión de nosotros mismos y de nuestra posición en el universo.
En cuanto a la exploración espacial, el descubrimiento de vida extraterrestre también podría impulsar nuestros esfuerzos para explorar otros planetas y lunas en nuestro sistema solar y más allá. Podría aumentar el interés y la inversión en la exploración espacial y abrir nuevas oportunidades para la investigación y el descubrimiento y, por supuesto, alternativas de conquistar otros mundos en caso de que nuestro planeta esté condenado a su muerte.