Cecy Rendón
Con la apertura de los comercios, y después de meses de encierro, llegaron los descuentos. Podemos ver todo tipo de ofertas y rebajas en línea y en las tiendas… es inevitable preguntarse: ¿si compro con descuento estaré ahorrando? La respuesta, como todo en el mundo del dinero, tiene varias posibilidades.
Los descuentos sí pueden ser ahorros en algunos casos muy específicos. Hablemos de dos situaciones, personal y negocios.
Existen algunas cosas que en la vida diaria necesitan ser compradas, así como muchas otras que necesitan reponerse. Si tienes que cambiar los básicos de tu casa, como un refrigerador, o necesitas comprar ropa para tus hijos porque la del año pasado ya no les queda… o tienes cualquier otro gasto programado y/o indispensable, sí, las ofertas representan un ahorro en tu economía personal.
En el caso de los negocios, si estás pensando en invertir, remodelar o cambiar algunas cosas, definitivamente aprovechar las ofertas representan un ahorro.
Y más que eso, también representan una inversión. Si te apalancas de los descuentos, puedes hacer que tu negocio te regrese más dinero mes con mes a un menor costo.
En cualquiera de los ejemplos anteriores, si estás en un caso similar, ¡ve, compra y diviértete!
Pero, comprar cosas en oferta que son caprichos… definitivamente no es un ahorro, es un gasto y en estos momentos no es una buena idea. Después de estar meses encerrados, sin salir a ninguna parte y sin comprar nada, a todos nos gusta la sensación de las compras, de estrenar ropa nueva y de jugar con los últimos gadgets… pero a nadie le beneficia endeudarse o gastar más de lo debido… y mucho menos en época de pandemia.
Si quieres aprovechar las ofertas, lo mejor es que hagas una lista de las cosas necesarias, de las inversiones para tu negocio y que cuando vayas de compras ¡te apegues a tu lista! Resiste la tentación de comprar todo lo que no es necesario.
Ahora que si pudiste ahorrar algo de dinero durante el encierro, aparta un presupuesto y compra lo que tu quieras ¡sin salirte de esa cantidad! También se vale darse un gustito de repente, se vale querer distraerse y consentirse un poco aprovechando las ofertas, siempre dentro de lo previsto y sin endeudarte.
¿Tarjeta de crédito? Ten cuidado, no es momento de llenarla con compras en tiendas o en línea. Si vas en persona a las ofertas, lo mejor es llevar el dinero en efectivo y así podrás controlar mucho más fácilmente cuánto gastas y detenerte cuando se termina tu presupuesto.