Por: Cecy Rendón
Enero es el mejor mes para emprender. Mientras la mayoría de las personas está terminando de recuperarse de las fiestas, tanto física como económicamente, tú puedes aprovechar el tiempo al máximo y comenzar tu negocio o hacer crecer el que ya tienes. Pero para ambos casos vas a necesitar algo: dinero, o, como se conoce en el mundo financiero, capital.
El capital es el oxígeno de cualquier negocio o empresa, y la forma de capitalizar tu negocio es tan importante que le vamos a dedicar dos intervenciones al tema.
Existen varias formas de reunir el capital que necesitas para crear o crecer tu emprendimiento, dependiendo de cada proyecto y de cada persona.
La forma ideal para ti puede variar, pero espero que estas ideas te ayuden y, sobre todo, te den claridad para tomar decisiones.
La primera forma, la que todo mundo sueña y la que muchos emprendedores eligen, es el tradicional ahorro. Ahorrar dinero para después invertirlo en tu negocio puede ser, de alguna forma, lo más fácil y evidente para comenzar.
Los pros son que, al ser dinero tuyo, si el negocio sale mal, no te quedas con deudas o no quedas mal con nadie. Y en el mejor escenario, si el negocio sale bien, todas las utilidades son tuyas. Cuando el negocio funciona, tú disfrutas de todos los beneficios financieros que el negocio te puede dar.
En los contras: tú llevas todo el riesgo financiero del negocio, y, si sale mal, puedes perder todos tus ahorros, además de que llevas también la responsabilidad y la carga de trabajo que el negocio implica.
La segunda forma, también muy buscada por los emprendedores, son los socios capitalistas. ¿Qué es un socio capitalista? Es un inversionista; normalmente algún familiar, amigo o conocido; alguien dispuesto a darte su dinero para un negocio, a cambio de una participación de las utilidades del mismo.
Los pros: no necesitas tener todo el dinero del proyecto tu solo y, además de dinero, los socios pueden aportar conocimiento, contactos y experiencia muy valiosa que puede sumar de forma importante al éxito de tu idea o emprendimiento.
Los contras: si el negocio sale mal, además de dinero que no es tuyo, perderás tu credibilidad como emprendedor o empresario, y tu credibilidad en el mundo de los negocios es algo que debes de cuidar muchísimo; si te haces de una mala reputación, te será casi imposible volver a tener socios.
Considera ambas opciones con mucho cuidado antes de tomar una decisión, y, si ninguna te convence o te funciona en este momento, no te pierdas la próxima cápsula, en donde seguiremos hablando de las formas en las que puedes capitalizar tu negocio.