Notas para una defensa de emergencia
Silvino Vergara
La democracia ha vivido la mayor parte de su historia de glorias pasadas;
ahora debe sobrevivir reformulando su función en el mundo actual y en el futuro
Daniel Innerarity
En este año de 2024, se elegirán, a decir de los datos oficiales del Instituto Nacional Electoral, 20 mil 286 cargos públicos, por lo que, valdría la pena conocer, cuántos candidatos existen para cada uno de esos cargos.
Precisamente, para esa multitud de candidatos y de paso, para los partidos políticos que los proponen, está dirigida esta carta divida en diversas secciones, de aquí, al domingo de las elecciones, si las condiciones lo permiten.
A todos los candidatos de los 20 mil 286 cargos de elección popular:
Es recomendable que sean conscientes, todos los candidatos que, son una multitud, y que, los ciudadanos de a pie, no los conocemos. Quiénes son, en qué cargo público están compitiendo, menos aún sabemos de qué partidos políticos forman parte, de dónde provienen, su formación, sus estudios y, más o menos, qué posturas políticas asumen.
Con esa multitud de candidatos, a nosotros los votantes nos han tomado por sorpresa, no sabemos por cuántos cargos públicos debemos de votar, por lo que, para muchos de nosotros, el día de la votación, lo más seguro es que, no sepamos, ni por dónde empezar a cruzar las boletas.
Las encuestas actuales no son muy buena referencia del resultado de las elecciones.
Debido a esta borrachera de elección, muchos de ustedes, los candidatos, van a ganar, sin haber hablado media palabra con nosotros sus electores, ganarán por casualidad, no será por mérito propio, esto provocará un peso muy grande de falta de legitimidad para iniciar sus funciones en el cargo que sea y en el nivel de gobierno que corresponda.
Esa serie de reformas legales que se fueron llevando a cabo a lo largo de muchos años en México para unificar la fecha de las elecciones, fueron para abaratar los costos de las elecciones, para evitar que se tuviera que implementar toda la infraestructura necesaria en más ocasiones por las diversas elecciones que se deben de llevar a cabo.
Se evitarían dispendios en las campañas políticas, y todo eso es un buen propósito, pero pudiera no ser suficiente para mantenerlo, pues resulta que en esta carga excesiva de cargos públicos que se deberán de elegir.
Lo que deben de comprender los candidatos a los 20 mil 286 cargos públicos que, pudieran ganar en el anonimato, es decir ante esa multitud de candidatos, cargos públicos y partidos públicos, no se identificara quién es el ganador.
De esto deberían de ser conscientes los candidatos a esos cargos de elección popular, porque es una cantidad excesiva de cargos, como para tener conciencia de quiénes son los candidatos, pero sobre todo que esto implicará mayor pérdida de legitimidad de las instituciones.
Habrá personas que ganen las elecciones, que lo harán prácticamente de carambola, una preocupación muy grande que se debería de considerar por que de esos candidatos, muchos personajes son desconocidos.
También, los candidatos a los cargos públicos que se deciden el 2 de junio de 2024, deben de tener un poco de conocimiento de lo qué es la democracia, muchos de ellos, los que sí podrán hablar en público, no porque se le niegue hablar, sino porque son tantos y en tan poco tiempo que es imposible que todos puedan expresar algunas ideas, pero por lo menos, lo que sí deben de saber es en qué consiste la democracia.
Y es que la democracia, es un sistema de gobierno que hace las veces de un equilibrista, pues por un lado, si cae, se sitúa en la “tecnocracia”, es decir, el gobierno de los técnicos, decisiones que la población no comprende, pero que desde la economía global, desde la macroeconomía son las mejores decisiones.
La democracia puede caer en el extremo opuesto, que es la oclocracia, que consiste en que se dan respuestas acaloradas, sin sentido, sin pensar en sus consecuencias, únicamente por el calor del momento, de los reclamos de la población.
Tanto una postura como otra, son dañinas para la democracia y para la sociedad.
Así, la democracia no es cualquier cosa, menos aun los cargos públicos que están en juego en este año de 2024.