AL PIE DE LA LETRA
Rodolfo Rivera Pacheco / [email protected] [email protected] / X: @rodolforiverap / Facebook: Juan Rodolfo Rivera Pacheco / Instagram: rodolfo.rivera.pacheco / www.beapmexico.org
Finalmente, y luego de un triunfo indiscutible con una mayoría abrumadora de votos a su favor en las urnas, arriba Claudia Sheinbaum Pardo a la Presidencia de México; es la primera mujer en lograrlo.
No hay duda alguna. Claudia Sheinbaum ganó y no hubo fraude alguno.
Lo medimos desde muchos meses antes de las elecciones los encuestadores serios de este país y la tendencia siempre fue la misma.
No, no hay algoritmo alguno ni “sábanas” de las casillas que “no se cotejaron bien” ni “falsos resultados”.
Me da lástima y tristeza que algunos sigan insistiendo en tremenda tontería.
Entiendan: por supuesto que hubo muchas casillas en las que ganó Xóchitl Gálvez o algún candidato a diputado o gobernador del PRI-PAN-PRD (seguramente en zonas residenciales o fraccionamientos de clase media-alta), pero son muchas más en donde ganaron Claudia Sheinbaum y sus candidatos de Morena-PT-PVEM (de zonas populares, unidades habitacionales de clase baja, zonas rurales, que son muy superiores en número de habitantes que las de clase alta ¿Es muy difícil de entender eso?).
La diferencia es de más de dos a uno, el triunfo de Sheinbaum sobre Gálvez.
Punto.
Y no, no es en las “redes sociales” donde se ve reflejada la opinión pública que demuestra la anterior tendencia.
En redes hay un grupo al que le gusta opinar sobre política, más por sentirse “analista” que por saber de los temas.
Y sí, ahí hay muchos “críticos” que atacan cotidianamente a Claudia Sheinbaum, López Obrador y a la 4T en general (sobre todo en X).
Pero el grueso de la sociedad –ese que vive al día– no es el que odia a la 4T ni vive obsesionado por Twitter-X.
Son más facebookeros, instagrameros y tiktokeros. Pero esto no lo entienden los políticos y periodistas antimorenos.
En fin. Llega Claudia Sheinbaum con ese amplísimo respaldo popular. Con una legitimidad indudable.
Con todo y la andanada de críticas, recibe un país estable en economía (no se derrumbó el país ni se largaron los inversionistas con AMLO) y con 24 gobernadores de Morena-4T y una mayoría calificada en el Congreso de la Unión.
Puede hacer literalmente lo que quiera, como lo hicieron los presidentes emanados del PRI durante 60 años o más.
Pero ojalá no lo haga. Que gobierne con mesura e inteligencia.
Porque, desde luego, el gran pendiente de resolver por el nuevo gobierno federal es la terrible situación de inseguridad que se vive en todos los estados del país.
Los cárteles del crimen organizado (en sus distintos rubros) están literalmente descontrolados.
Si Sheinbaum y su equipo logran disminuir la inseguridad y con ello cambia la percepción de la gente, además de mantener estable la economía y el país crece un poco más en los próximos cuatro o cinco años… tengamos por seguro que Morena y aliados ganarán otra vez las elecciones en 2027 y 2030.
Pero si algunos gobernadores de Morena o alcaldes o colaboradores del gobierno federal se alocan, empiezan a abusar, se empieza a saber de corruptelas o excesos, la gente no ve cambios o no ve mejorar su economía familiar… claro que pueden perder en 2027 (la mayoría en el Congreso Federal) y desde luego la presidencia en 2027, amén de gubernaturas en varios estados.
Así será la democracia mexicana. De alternancia y movimientos pendulares.
Por lo pronto yo, sinceramente, recibo con optimismo al nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum.
Me gustan mucho y he medido mucho a gobiernos femeninos en estados y municipios del país. Son queridos por la gente y tradicionalmente son mejores administraciones que las de varones.
Veremos si el de Claudia Sheinbaum así funciona.
Lo vamos a medir puntualmente.