Historias de un joven reportero
Gerardo Ruiz
Un mensaje que Alejandro Armenta ha venido repitiendo de manera constante es que nadie tiene hasta el día de hoy un lugar asegurado en lo que será su gabinete de colaboradores, con los que gobernará los próximos seis años.
Durante la entrega de la constancia de mayoría que lo acredita como gobernador electo, Armenta Mier fue bastante insistente en aseverar que sigue analizando los perfiles que serán asignados a las principales carteras que integran el Ejecutivo local.
Además, las personas encargadas de conducir el proceso de entrega-recepción con el gobierno de Sergio Salomón tampoco deberán entenderse como un pase automático a su equipo de trabajo.
Lo mismo sucede para todos aquellos que colaboraron en la campaña del otrora abanderado de Morena en las elecciones pasadas, ya sea como candidatos, coordinadores o voceros que estuvieron más que activos en la etapa proselitista de abril y mayo.
Así, cercano o que se diga “cercano” al gobernador electo, nadie está autorizado aún para hacer acuerdos, iniciar estrategias o cerrar pactos con todas las personas que buscan acercamientos con el próximo mandatario poblano para el periodo 2024-2030.
En las propias palabras de Alejandro Armenta, son dos los requisitos que busca en las personas que integrarán su gabinete estatal: amor y consagración. Amor por Puebla y consagración de su trabajo.
“El perfil de quienes quieran servir a Puebla va a ser muy estricto. Muy estricto. Porque no podemos fallarle a Puebla. Hay una palabra que deben entender los que quieran servir a Puebla, se tienen que consagrar. Tienen que dejar todo por servir a Puebla. Yo lo hice y lo voy a hacer. Quien quiera servir a Puebla conmigo tendrá que pensar en los 2 mil 192 días de consagración (…) Tienen que hacerlo con amor. Significa que deben tener pasión. Significa que no pueden poner intereses personales antes de su responsabilidad. Eso engloba todo. Es amor y consagración”.
La Real Academia Española define el término consagración como “la acción de dedicar con suma eficacia y ardor algo a determinado fin”.
Los secretarios del gobierno de Puebla deberán amar al estado y ejercer su encargo con dedicación, suma eficacia y ardor, según sus palabras.
En una reunión con su equipo compacto de colaboradores, el cual no suma más de diez personas, Armenta también agregó otro requisito para todos aquellos que trascenderán a su gabinete: prudencia.
El gobernador electo les pidió prudencia en su actuar y en sus acciones a su primer círculo, que lo acompañó desde el lejano 2019 cuando decidió emprender la aventura que hoy lo tiene en la antesala de encabezar el Poder Ejecutivo de Puebla.
Y es que, el propio Alejandro Armenta supo evolucionar en estos largos cinco años tras perder por primera vez la designación como candidato de Morena al gobierno del estado en contra de Miguel Barbosa.
El exsenador de la República forjó en la prudencia uno de sus principales valores, lo cual lo catapultó, primero, a la nominación como abanderado de la 4T en el estado, y segundo, como el próximo mandatario poblano. La prudencia llevó a Armenta Mier a resarcir su relación con Miguel Barbosa tras el proceso interno del 2019. La prudencia llevó a Armenta Mier a conseguir la presidencia de la Mesa Directiva del Senado a pesar de la falta de aseo político de la oposición en la Cámara alta. La prudencia llevó a Armenta Mier a no presumir sus “puentes dorados” en la cúpula nacional de Morena, en Palacio Nacional y con Claudia Sheinbaum, a diferencia de su principal rival, Ignacio Mier.
La prudencia llevó a Armenta Mier a no engancharse ante los ataques del bloque opositor para imponerse con un avasallador triunfo de casi dos millones de votos.
Este reportero ha platicado con tres de los más cercanos colaboradores del gobernador electo –podría asegurar que de los más queridos– y todos ellos coinciden en que, hasta el día de hoy, no tienen algún cargo seguro ni nombramiento apalabrado.
Alejandro Armenta tiene el acierto de no develar sus planes a corto plazo para que ninguno de sus subordinados baje el ritmo de trabajo, se confíe o desvíe sus encargos en este periodo de transición que requiere “dedicación, suma eficacia y ardor”.
Amor, consagración y prudencia.
Estas son las tres claves para las personas que busquen integrar el futuro gabinete armentista.