Por: Vicky Fuentes /@NoticiasVicky, Facebook VickyFuentes/Oficial, vickyfuentes.com
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La Comisión Nacional de los Derechos Humanos se ha sumido en la peor crisis desde su creación el 6 de junio de 1990. Rosario Piedra Ibarra, su actual titular, tiene una característica que tomó como bandera López Obrador para impulsarla y apoyarla: en la década de los setentas fue víctima de una grave violación a los derechos humanos por la desaparición forzada de su hermano que participaba en el movimiento estudiantil del 68; con este motivo, legisladores y el presidente dejaron de lado que había sido consejera nacional de Morena desde el 2015, según los registros en poder del INE.
La Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos establece que uno de los requisitos para estar al frente de la CNDH es no desempeñar, ni haber desempeñado cargo de dirección nacional o estatal, en algún partido político en el año anterior a su designación, entonces ¿por qué llegó al cargo? La respuesta la sabemos, la CNDH es un botín político que puede manipularse en beneficio del partido en el poder, y prueba de ello es lo que actualmente sucede.
¿Así viola las leyes la misma autoridad? La institución encargada de vigilar y proteger los derechos humanos se mantiene tomada indefinidamente por familiares de las víctimas de feminicidio; buscan atraer la atención de las autoridades y hacerse visibles ante la indolencia y la omisión de Piedra Ibarra y del mismo López Obrador que sabemos, carece de sensibilidad ante el dolor ajeno.
Parece delirante pero no, esto nuevamente deja ver con claridad que las mujeres no tienen un lugar en las prioridades del gobierno de la 4T, sus causas no caben en su proyecto, a pesar del compromiso con la igualdad en el mapa de la inseguridad nacional.
La rebelión inédita de las mujeres vuelve a escalar: La ocupación de su edificio pone nuevamente al descubierto la incompetencia de su titular y su equipo; son su dolor de cabeza y también son el movimiento de oposición más fuerte que tiene enfrente el gobierno; son hoy la expresión más radical de la lucha social.
Hoy por hoy resultan ser la expresión más radical de la lucha social. Su protesta es referencia de los principales programas presidenciales que se supone tiene como beneficiarias a “mujeres”, sí, pero sin políticas públicas específicas para responder a sus demandas de género.
El diálogo de sordos que han tenido las víctimas es indignante y esta es la única forma de visibilizar su dolor. Más allá del daño a la pintura de Francisco I. Madero, los cortes finos encontrados en el inmueble, que muestran la férrea disciplina en la austeridad republicana de la 4T y la CNDH ¿Con qué visón, oportunidad y celeridad está defendiendo la CNDH a las víctimas de los delitos? Desde que llegó Piedra Ibarra no se ha emitido recomendación alguna a las dependencias; su inmovilidad confirma la impugnación de su nombramiento y ahora la urgente demanda de su salida.
Se sabe que el presidente palomea a todos los colaboradores que se integran al gobierno, aunque no sepan, aunque no puedan y aunque no quieran, con ello paga favores y lealtades.
¿Con colaboradores de cuarta, podemos esperar resultados de primera? El panorama no es alentador: pocos resultados, una pandemia fuera de control, obras faraónicas sin razón de ser, una crisis económica sin precedente, muchas protestas por las contradicciones, las mentiras y la falta de rumbo.
Lo que ocurre en la CNDH no es un tema menor; subestiman el poder de las mujeres indignadas y también, hoy, subestiman las auténticas protestas de chihuahuenses por el suministro del agua.