Fernando Thompson de la Rosa
@cyberthompson
Internet se ha convertido en uno de los pilares de comunicación hoy en día para una amplia porción de la población nacional. Eso implica que hoy, los más pequeños de la casa tengan que utilizar herramientas tecnológicas para realizar actividades que les sean requeridas, en el entorno educativo, por ejemplo.
En general, los padres admiten que sus hijos pasan demasiado tiempo utilizando algún dispositivo electrónico y 20%, además, indicó que se han apoyado de la tecnología para mantener a sus hijos ocupados y evitar que les interrumpan.
Smatphones, tabletas y demás dispositivos conectados a internet pueden ser herramientas sumamente efectivas, sin embargo, como en todo, existe otra cara de la moneda.
Los niños en internet están expuestos a múltiples riesgos digitales que van desde sexting, ciberacoso, doxing, grooming, fraudes, robo de datos (propios y familiares), hasta la visualización de contenidos que son inadecuados para ellos. Sigue estos consejos y asegúrate de que tus hijos crezcan en un entorno digital saludable:
Edúcate e infórmate. Es importante que los padres conozcan cómo funcionan las redes sociales, a qué tipo de contenidos suelen acceder sus hijos, cómo realizar búsquedas en internet, etcétera.
Sólo conociendo del entorno digital se puede informar a nuestros hijos de los posibles riesgos; con certeza tus niños están en tres o más redes sociales, típicamente Tiktok, Instagram y WhatsApp.
Analiza el comportamiento web de tus hijos. Vigila qué páginas visitan, con quiénes se comunican y qué acciones hacen en la web.
Y si detectas que acceden a algún contenido poco recomendable para su edad, puedes conversar con ellos y bloquear el acceso al portal o juego en cuestión. De preferencia, cuando estén conectados deben estar en un lugar donde puedas ver lo que están haciendo.
Nunca proporcionar datos personales. Crea para tus hijos una identidad digital, limitando la información personal a compartir. Cuando creamos un perfil en redes sociales es importante acceder a la configuración de la privacidad para que no se publiquen de forma automática algunos datos personales, como la dirección o el número de teléfono móvil.
Crea y gestiona las contraseñas de tus niños. Si tus hijos son adolescentes, enséñales a crear passwords o claves únicas y que las recuerden o guarden en sitios seguros. Si no, considera resguardar el acceso a dispositivos mediante contraseña y, si el dispositivo lo permite, biometría.
Utiliza la protección que incorporan los navegadores. La mayoría cuenta con aplicaciones para monitorizar el uso seguro de internet y proteger a los niños de los contenidos destinados a adultos. En algunos casos, es recomendable activar la restricción del acceso según la edad o bloquear las compras por el móvil.
El más importante de todos: presta atención a algún cambio o actitud durante el tiempo que pasan en la web:
¿Reciben llamadas telefónicas de personas que no conoces?, ¿llegan por correo regalos no solicitados?, ¿no le gusta hablar sobre sus actividades en línea?
Aunque parezcan cosas sin importancia, recuerda que los niños y adolescentes deben ser prioridad y cuidarlos es nuestro deber.
El diálogo es lo más importante para mantener a salvo a nuestros hijos de los acechadores.