Palabra de mujer
Rocío García Olmedo
Hay historias que recién empiezan a escribirse y ya veremos cómo se van tejiendo, porque en política no se pueden adelantar vísperas, pero hay otras que deben tenerse presente y recordarse.
Una de ellas es justo la que recordamos los días 5 de febrero, un evento relevante que tuvo representación poblana: el Constituyente de 1916-1917.
Cuatro de ellos se distinguieron por sus aportaciones: Antonio de la Barrera, Pastor Rouiax, Froylán Manjarrez y David Pastrana, ejemplo a seguir por quienes hoy tienen el alto honor de ser legisladores (as).
En esta fecha histórica en la que se dio vida a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos hace 107 años, catalogada como la primera con sentido social y político, el presidente Andrés Manuel López Obrador decidió presentar un “paquete” de más de 10 iniciativas para reformarla.
Esto no tendría nada de extraño porque las leyes, incluida la Constitución, son perfectibles, lo lamentable es que no todo lo que se presentará –según ha trascendido– tiene la característica de perfeccionar lo normado.
Al contrario, trata de desviar principios constitucionales transgrediendo los límites de control constitucional de cada Poder y entre Poderes que han ido construyendo esos equilibrios que son tan necesarios.
Lo que busca este paquete de reformas es únicamente someter a instituciones y anular órganos constitucionalmente autónomos.
La pretensión es desarticular contrapesos que han sido, como bien se ha escrito en muchos momentos, resultado de “un trabajo histórico que abarca varios siglos y muchas generaciones de mexicanos y mexicanas”.
Eso sí, estas iniciativas presidenciales son muy populares y muy rentables políticamente en vísperas de las campañas políticas y, como es su costumbre, esta presentación tiene un doble juego.
El presidente sabe que no tiene los votos suficientes para que sean aprobadas. Sabe también que las que se refieren a temas electorales no pueden abordarse en años de votaciones como es el caso, de manera que su uso será un distractor.
Más aún, fija la agenda de los temas que deberá abanderar la candidata de su partido, para hacer el uno-dos con ella.
Y, si es necesario, se hará la víctima cuando al no lograr las dos terceras partes de los votos proceda a seguir polarizando y confunda al electorado para dividir el voto y afectar la votación de cara al próximo 2 de junio.
Incluso lo que le debiera preocupar es lo que marca el Artículo 99 de la Constitución, que determina que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) es la que formula la declaración de validez de la elección de la Presidencia de la República y de la presidenta electa, en una sesión en la que deben estar “cuando menos seis de sus integrantes” que hasta hoy no han sido nombrados.
Por fortuna hay otras historias de mexicanos ilustres que deben recordarse, como la de los 18 personajes representantes del estado de Puebla en el Constituyente de 1916-1917.
Algunos de ellos, sin ser oriundos del estado, defendieron los principios de democracia y libertades, otorgaron la garantía de equilibrios en el ejercicio del poder, la división de los poderes, el respeto al Estado de Derecho y los derechos sociales y laborales.
De acuerdo con Fernando Méndez Sánchez, autor de La Representación Poblana en el Constituyente 1916-1917. Breve Análisis histórico-jurídico, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, pp. 271-293, ellos fueron:
• Leopoldo Vázquez Mellado
• Salvador R. Guzmán
• Gabino Bandera y Mata
• Alfonso Cabrera
• Gilberto de la Fuente
• Federico Dinorin
• Antonio de la Barrera
• José Rivera
• Porfirio del Castillo
• Luis T. Navarro
• Pastor Rouaix
• José Verástegui
• Froylán Manjarrez
• Rafael Cañete
• Gabriel Rojano
• David Pastrana
• Epigmenio Martínez
• Miguel Rosales
• Miguel Rosales
Todos ellos forman parte de la historia de México.